Hoy vuelvo a la carga con los post de Alemania (ya quedan muy pocos…) y esta vez el protagonista es uno de esos locales que entran directos a mi lista de las mejores experiencias vividas alrededor de la cerveza.
Todo empezó varios meses antes del viaje, cuando estábamos planeando la visita a Bamberg. Sabíamos que nos íbamos a tener que quedar allí a dormir sí o sí ya que por un lado el kilometraje que nos separaba de vuelta en coche hasta Munich en condiciones no muy adecuadas lo recomendaban, y por otro eso nos permitiría disfrutar más tiempo de la ciudad y de sus numerosos encantos. Pero cual fue nuestra sorpresa cuando vi que en Ratebeer ponían un brewpub llamado Zoiglstube Gänstaller Drei Kronen como el mejor destino de toda Baviera, algo sorprendente por estar situado en un pueblito minúsculo de algo más de 500 habitantes llamado Schesslitz-Strassgiech y a pocos kilómetros de Bamberg cuyo nombre, estaréis conmigo, no es precisamente famoso. Extrañados y tras leer algunas referencias muy positivas sobre el lugar no dudamos en cuadrar horarios, reservar hotel cerca y esperar la llegada del día de la visita.
Pero en realidad no diría toda la verdad al afirmar que el nombre de Gänstaller me pillaba completamente por sorpresa ya que existe una rauchbier que tenía fichada de haberla visto en varios libros y sobretodo en numerosas webs donde acapara numerosos elogios. Hablo de Affumicator, elaborada por Gänstaller en exclusiva para un templo como es el Ma Che Siete Venutti a Fà de Roma. Así que si uno de los mejores bares del mundo tenía alguna relación con esta cervecera alemana poco conocida debía ser por alguna razón…
Llegamos a Schesslitz-Strassgiech (o eso decía el GPS, porque ni el nombre ni la pinta de barrio periférico daban ninguna certeza de ello…) sobre las 19h tras la jornada maratoniana en Bamberg que relaté en el post anterior. Tras descargar los bártulos en una acogedora pensión muy cercana al local nos fuimos sin muchos rodeos a ver qué nos deparaba la cervecera de “las tres coronas”.
Fue cruzar la puerta principal y rápidamente supimos que no íbamos a vivir una jornada cualquiera. El local rebosaba calidez y encanto, con mucha madera en el suelo, las paredes, el techo y todo el mobiliario, bañado por una luz tenue proveniente de algunas velas en las mesas y algunas lámparas en el techo, y en cuanto a los parroquianos todo era gente mayor, alemanes auténticos y no como en otros sitios clásicos en los que los turistas abarrotan las mesas. De verdad, un sitio con un encanto especial y en el que podrías estar simplemente sentado sin hacer nada más que admirar la postal que desfila ante tus ojos.
Al poco de sentarnos vino Andreas, con quien había compartido un par de mails para evitar la más mínima posibilidad de encontrarnos las puertas del local cerradas. Ya entonces me pareció un tipo de pocas palabras aunque en el cara a cara coincidí con Rosana en que se trataba de ese tipo de gente que no necesita de palabras para hacerte sentir como en casa, de hecho tuvimos esa extraña sensación que ocurre con aquella gente que tienes la impresión de conocer de toda la vida con un primer encuentro, que transmite mucho afecto y muy buen rollo con una simple mirada y una sonrisa. Tras hablar con él y explicarle qué hacíamos en aquel pequeño pueblo nos dejó con su mujer, mucho más parlanchina y tratando de hacer lo imposible por explicarse en un inglés que no terminaba de dominar.
En cuanto a cervezas empezamos eligiendo la Zoigl y la Kellerbier. La Zoigl estaba alucinantemente fresca, con mucho lúpulo, floral, cítrico y herbal, que descansaba sobre una base muy cerealosa que a su vez compensaba un final seco y amargo. ¡Tremenda! En cuanto a la Kellerbier tenía poco cuerpo, era muy bebible y refrescante y tenía al cereal como principal protagonista aunque acompañado por un lúpulo suave, cítrico y herbal, y también una ligera acidez.
Tras terminar la primera ronda nos animamos con otra pero esta vez para acompañar la cena. En este punto he de reconocer que se me pasó apuntar lo que comimos y tras seis meses no consigo recordar mucho más que un pincho de cordero con una salsita muy rica y por otro algo parecido (si no era directamente eso) a un schnitzel… Aún así entre mi libreta he encontrado la frase “comida sublime” lo cual creo es suficientemente ilustrativo… ;).
Aunque las fotos dejan mucho que desear, son lo mejor que pude sacar…
Gozando entre excelente comida y cerveza, y en un ambiente, repito, inmejorable, fue terminarnos la comida y volvió Andreas pero esta vez con una sorpresita en forma de dos botellas entre las manos. La primera, Kultura Scura, elaborada para el citado Manuele de Ma Che Siete Venuti A fà en Roma, muy bebible pese a ser bastante maltosa, con caramelo, recuerdos a frutos secos, un punto ahumado ligerísimo y con un final lupulado. La segunda nos dejó sin palabras, una colaboración con De Molen, Närke y Jacobus, una doppelbock llamada Europa-Bier Elevator que bien podría pasar por una imperial stout por el color, el elevado amargor, las notas a café, torrefactos y chocolate, y un marcado toque herbal tan propio de algunas De Molen… ¡Magnífica!
Foto pésima, botella sin etiquetar… Todo compensado por un contenido sublime… |
En ese momento una pareja con ropa de ciclista se unió a la mesa al escuchar que no éramos alemanes. Nos contaron que ellos también eran tenían un blog y que venían desde Praga en bici y, casualidades de la vida, también conocían a Max (el filósofo). Entre pintas terminamos charlando de lo humano y lo divino hasta las tantas, y cuando llegó la hora de despedirnos nos soltaron que no tenían donde dormir pero que no les preocupaba, que alguna solución encontrarían… (según me dice el amigo Google Translate al traducir su post, un arroyo fue su cama…). En fin, sin palabras. Y así, con esta curiosa situación que un amigo de Madrid hubiera firmado con uno de sus famosos arqueamientos de cejas dimos por terminada una jornada que empezó en Bamberg (sí, aunque parezca increíble) y que finalizó en una taberna celestial hablando con unos checos ciclistas en plena madrugada. Lo que consigue la cerveza desde luego no lo hace nada más…
Y para cerrar el post lo lógico hubiera sido recomendar que no os perdierais este auténtico templo escondido en la Franconia más profunda ya que sin duda fue una de las mejores experiencias del viaje, pero cual fue mi sorpresa cuando buscando el enlace de Ratebeer para adjuntarlo en este post vi que lejos de aparecer entre los mejores destinos de Baviera lo que había hecho es cerrar, concretamente el pasado 4 de enero. Según parece por lo dicho en su Facebook el cierre del restaurante es temporal y mientras la cervecera continuará elaborando. Esperemos que vuelvan a abrir porque sin duda es uno de los mejores sitios en los que he tenido el placer de disfrutar de buena cerveza, buena comida y también buena compañía.
Una faena, aunque yo creo que cierra principalmente en invierno por el mal tiempo (seguro que el hombrecillo sigue haciendo birra). Un sitio enorme, damos fe :)
ResponderEliminarPues igual es lo que dices y simplemente es temporal esperando que vuelvan las buenas temperaturas y los parroquianos, pero me extraña porque la gente que había consumiendo tenía la pinta de ir de normal a tomarse allí su cerveza... Y sí, la cerveza como digo arriba sigue en marcha, de hecho hace poco vi que habían hecho una colaboración con B. Del Borgo... menudo nivel se marca el Andreas... ;). Un saludo David!
EliminarNo me esperaba ese final, una pena, porque por las fotos y tus comentarios parece un sitio muy recomendable, a ver si es verdad y como dice David es un cierre temporal para cargar la bodega.
ResponderEliminarSaludos Pau!
Pues así es, un final triste porque la verdad es que mereció muchísimo la pena la visita. Confiemos y deseemos que sea temporal y vuelvan con más fuerza! Saludos Gonzalo!
EliminarQué grande Pau!!! Me han entrado unas ganas tremendas de probar esas cervezas!!! Molt bon post mestre!
ResponderEliminarJejeje! Me alegro que te haya gustado, mestre! La verdad es que es de esos sitios a los que uno volvería cientos de veces sin cansarse! Comida buenísima, precios baratísimos, cerveza celestial... Qué rabia vivir tan lejos!! :D
EliminarExperiencia completa la de Bamberg, sin duda. Me apunto el sitio por si las moscas, no vaya a ser que vuelva a abrir :-D. Grandes los checos! Aquí en el curro hay uno que también hace ese tipo de turismo (ir en bicicleta a varias cerveceras), igual es tradicional en sitios en los que hay una cervecera cada 500 metros :-D.
ResponderEliminarApunta, apunta, que a tí no te queda nada lejos y tienes cerca no pocas tentaciones para que el viaje merezca igualmente la pena...
EliminarMe pareció una grandísima idea eso de ir de cervecería en cervecería andando en bici... Si es que lo lógico es que dos instituciones en Alemania como son la birra y la bici terminen de la mano ;). Un abrazo Diego!
. Saludos.Un articulo muy interesante. Te invito a pasar por mi blog: http://cervezatemplaria.blogspot.com.es/
ResponderEliminarGracias, me alegro que te guste. En primera instancia me había parecido que eras una micro o algún mensaje de publicidad pero he visto que no, jejeje! Un saludo y nos vamos leyendo!
EliminarTranquilo Pau! Puedes seguir sacando tantos post sobre tu viaje a Alemania como gustes. Fantásticas crónicas repletas de detalles y buena información para quiénes quieran un día viajar por aquellas tierras. Ya me hablaron mi socios del Zoiglstube Gänstaller Drei Kronen. Qué suerte habéis tenido! Y qué buen detalle del dueño de ofreceros esas dos joyitas en botella. Pero lo peor viene al final de post. No me lo puedo creer!!! que no cierren por favor! un sitio así tiene que permanecer abierto generación tras generación.
ResponderEliminarUn abrazo Pau!
P.D.. Puedes dar nombre del madrileño de cejar arqueadas??? ;)
Muchas gracias Juan! Me alegro que te gusten las diferentes entradas de Alemania. Sí, tus compis Labirratorios se me adelantaron unos días visitando este local, jeje! Lo del final, pues esperemos que sea algo temporal porque algo tan grande y de tanta calidad tiene que estar abierto (imagina con todas las cosas que hay en Baviera para que en Ratebeer la gente lo votara como el mejor destino...). Un abrazo Juan!
EliminarP.D. Se hace llamar "osito de peluche" en inglés ;).
Yo también me apunto el sitio, del cual, a pesar de haber estado muy cerca este mismo verano, no tenía ni pajolera idea. Además es el tipo de lugar que me gusta...alejado de turistas, tranquilo, buena comida, buena conversación con los dueños...y por supuesto buena cerveza. Aysss, que recuerdos me traes con este periplo por Franconia!!!!. Oye, todo un puntazo que una cervecería así tenga colaboraciones con De Molen o el local italiano.
ResponderEliminarProst!!!
Buenas Oscar! Pues así es, duele haber estado tan cerca de algo tan grande pero siempre te queda el consuelo que lo más normal era no conocerlo. Aunque en tu caso le puedes echar un cachete a alguien que tu y yo sabemos, que ya le vale viviendo por aquellos lares, jejeje!
EliminarAl final, como dices, estos sitios son los mejores, con gente de allí, lejos de bullicios y entre buena gente, buena comida y buena bebida. Ya me está entrando morriña incluso a mí, jajaja!
Y sí, también alucinante lo de las colaboraciones con las extranjeras... Hace poco me enteré que recientemente hizo también otra con Birra del Borgo... Sorprendente que no sea más conocida dentro y fuera de Alemania!
Prost!!!
Ese sitio tiene muy buena pinta, lugañeros haciendo comida casera y buena cerveza. Me lo apunto y esperemos que el cierre sea solo temporal.
ResponderEliminarSaluditos!!!
Desde luego que tiene muy buena pinta y sobre el cierre pues con toda la gente que supongo le habrá transmitido esa misma tristeza dudo que se quede la cosa así. Saludos Rubén!!
Eliminar[Poniéndome al día con todos los blogs no leídos en los últimos días...]
ResponderEliminarYa tenía ganas de estas entradas que al igual que dice JAB por mi podrían durar unoas cuantos meses más.
Sin duda alguna me ha encantado la experiencia de los checos, la cerveza une; no me ha dejado indiferente la amabilidad de Andreas, al contrario de otras experiencias que tuvísteis en el viaje en sitios precisamente más turísticos; las cervezas tomadas, ufff..., esa Zoigl pinta brutal, por no decir de la colaboración de Jacobus, DeMolen y Närke..., oh my God!! y aparte la "mano" de los romanos en la Kultura Scura; y el encanto de la cervecería según lo describes bien pudiera ser un lugar idílico para pasar horas y horas.
Hacía varios días que no leía nada y sin duda alguna esta entrada me ha encantado. Enhorabuena.
Un abrazo Pau
PD: levantamiento de ceja??, seré yo maestro?, seré yo?
Muy buenas Jose!
EliminarMe alegro de volver a verte por aquí! Últimamente estamos todos bastante liados y se nota... Me alegro mucho que te haya gustado la entrada!! Y sobre las entradas de Alemania en general, pues más me gustaría tener temas para muchos meses más pero creo que va siendo hora de ir cerrando este bloque para abrir otro muy prontito ;).
Lo del local, el ambientazo, la gente y las cervezas... magnífico! De verdad, algo mil veces recomendable... Y sí, la colaboración con De Molen, Jacobus y Närke es de esas cervezas que hubiera hecho levitar algunas "cejas"... Ya me entiendes, jejeje!
Un abrazo Jose!
P.D. ¿Ceja? ¿Qué ceja? Mmmm, déjame pensar... ;-)
Tres Coronas està en Memmelsdorf, a unas paradas en bus desde Bamberg. Igual el nombre del pueblo que citas pertenece a Memmelsdorf, cosas del gps.
ResponderEliminarGracias por ir. Junto con Kronburg es de lo mejor de Baviera.
Hola Anónimo, creo que hablamos de dos cerveceras distintas. La cervecera que me comentas de las 3 coronas de Memmelsdorf no es la misma que hay en Schesslitz, en la calle Haupstrasse, 39, pero es que además este restaurante, que está en Drosendorfer Strasse, 4, en Schesslitz-Strassgiech, pertenece a la cervecera Gänstaller, cuya fábrica la tiene en Hallerndorf. Por si tienes alguna duda, está sacado de su misma web (http://www.gaenstaller.de/).
EliminarDesconozco Kronburg pero tomo nota. Y lo de "gracias por ir", pues de nada! Jejeje!