23 nov 2010

Cerveseria Quintana

Hace mucho tiempo que tenía pendiente esta entrada en el blog. Dar a conocer el pequeño templo que cambió totalmente mis miras en esto de las cervezas. Por unas razones o por otras siempre se había quedado en el tintero pero demasiado tiempo la había retrasado ya. Hasta hoy.

Hace aproximadamente un año y medio, una tarde cualquiera de mayo de 2009, estábamos Rosana y yo en casa, hartos de encontrarnos encerrados en casa día tras día preparando las dichosas oposiciones. Así que decidimos por un día dejarnos de tanto papeleo y nos pusimos a buscar por la red cervecerías de la provincia de Valencia. Por pura casualidad nos encontramos un pequeño anuncio de una tal Cerveseria Quintana, y como estaba situada cerca de casa, en Guadassuar, decidimos acercarnos.


Nos plantamos en la cervecería con algo de curiosidad, ya que no sabíamos con que nos íbamos a encontrar en un pueblo tan pequeño. Ya allí nos topamos con un local no excesivamente grande pero si sorprendentemente abarrotado. Un tanto desorientados por tanto barullo nos sentamos en una esquina de la barra y nos atendió Salva, el mayor de los dos hermanos que llevan el local. Recuerdo como le pregunté, “¿Qué tendrás de cerveza?” Y él me contestó medio sonriendo “mira esa pared”. Había dos neveras abarrotadas como no había visto nunca fuera de Valencia ciudad, unas 100 referencias, a cual más curiosa de etiqueta y nombre... Como no conocíamos casi ninguna nos dejamos aconsejar y una Neuschwansteiner y una Weinstephaner Vitus fueron las primeras perlas en caer (la primera por la etiqueta, y la segunda por recomendación de Salva ya que a ambos nos gustan mucho las de trigo). Y en ese momento se nos encendió la luz… ¿Cómo podíamos no haber conocido este local antes?

Aún recuerdo como terminábamos cada examen de las oposiciones y nos íbamos corriendo de Valencia a Guadassuar a ver qué cervezas probábamos de esas neveras rebosantes. Daba igual que tuviéramos el siguiente examen en dos días… pero no podíamos dejar de ir. Algo increíble, como ese primer amor… ¡Pura pasión y desenfreno!

Desde ese día empezamos a hacer mucha amistad con Javi (el menor de los dos hermanos) y con Salva, también conocimos a Cristophe, Maria y Desirée y nos enganchamos perdidamente de toda esa panda.

En este local probamos nuestras primeras Rodenbach, las Weinstephaner, la Duchesse de Bourgogne, la Kwak y su vaso, las trapistas, varias Kölsch, la Barbar… Y así un largo etcétera. Incluso vimos nacer la cerveza propia del local, de la que guardo con tanto cariño la 2ª botella de la tirada.

En cuanto a comida mucho donde elegir y a precios totalmente fuera de mercado (por bajos, evidentemente). Unas inconmensurables patatas a lo pobre, unos primorosos pintxos de ternera, y mil delicias más como alcachofas con almejas, las tablas de salchichas, un carpaccio de ternera excelso como no lo había probado nunca antes, el camembert con romero al horno aderezado con mermelada de frutos rojos, los bocadillos (destacando los de ternera)… Y en ocasiones especiales, unos codillos de infarto, postres hechos con cerveza (aún recuerdo aquella deliciosa tarta de peras con cerveza Holzar). ¡¡No pararía nunca!!

Más adelante conocimos alguna otra cervecería interesante, con cartas más amplias, decoradas con más breweriana, pero el trato, el ambiente, la comida, los precios… eran claramente favorables a Quintana.

Guardo muchísimos recuerdos imborrables de este local, y aunque conozca mil sitios cerveceros maravillosos, con cartas quilométricas, con rarezas, o con todo lo que sea, la Cerveseria Quintana siempre será algo muy especial para mi. ¡Va por vosotros chicos! Os debía a vosotros, y a mi mismo, una ronda como ésta.


Aquí tenéis la dirección:
C/ Major nº26
Guadassuar
Telf. 615.915.910

5 comentarios:

  1. Otra que tenemos pendiente figura!!! Bonito y sentido homenaje!!

    ResponderEliminar
  2. Cuánto le debemos a esas primeras cervecerías. A mi me pasa en Madrid, tengo un par por ahí, una ha empeorado mucho y la otra si la comparas con muchas que he conocido se queda corta. A la segunda sigo acudiendo porque el trato sigue siendo fenomenal, a la primera ya no, pero nunca olvidaré que ahí se me abrió un mundo nuevo ;)

    ResponderEliminar
  3. Cuantos buenos momentos hemos pasado en Quintana!!! Y espero que aun pasemos muchos mas, por que es de esos sitios a los que nunca puedes dejar de ir. ;)

    ResponderEliminar
  4. Txema, yo me voy guardando sitios en la recámara... para cuando quieras ya sabes. Y ahora ya conoces como fue mi primera Vitus, esa pedazo verveza que conocimos en el Rincón juntos!

    Txolo, es que este tipo de sitios son los que se quedan guardados en la memoria para siempre. Cuando vayamos por Madrid, que más pronto que tarde iremos, ya me dirás (o llevarás...) a esos sitios.

    Rosana, es que Quintana siempre será Quintana. Aunque aparezcan cosas nuevas, más grandes o con más cosas, dará igual. Las patatas y el jamón siempre tirarán...jejeje!

    ResponderEliminar
  5. Desde que he leido esto tengo como objetivo visitar la taberna Quintana...no duermo no vivo solo pienso en Quintana.
    Muy buena descrición.

    ResponderEliminar