Nos levantamos el quinto día sabiendo que era nuestro último día por tierras belgas, con lo que los ánimos no eran exactamente los mismos que el primer día que llegamos a Bruselas.
Dimos una última vuelta por el maravilloso centro histórico de Brujas y compramos lo que pudimos a sabiendas de que no podíamos cargar mucho las maletas (los dichosos límites de las low-cost…).
Viendo la foto de arriba, ¿hubierais entrado a esta tienda? Pues esta especie de bazar regentado por belgas, el Het Bierpaleis, en realidad era una tienda con varios pasillos repletos de ropa, juguetes y cachivaches varios (como cualquier otro bazar chino de la península…), cuyo apartado de cervezas ya lo quisieran muchas tiendas. Lo mejor, algunas perlas de coleccionista sobretodo en forma de cristalería antigua y unos precios más que ajustados. Así que las compras se hicieron más bien obligatorias…
Tras este local nos fuimos hacia el Bacchus Cornelius, una de las mejores tiendas de Brujas, pero dado su curioso horario (abierta de 14-18h) nos topamos con la puerta cerrada. Así que tuvimos que conformarnos con disfrutarla por fuera.
Así que tras una última copa en la tienda de Struise nos dirigimos hacia el coche dispuestos a dejar Brujas, sin un rumbo totalmente cerrado. Sobre la marcha decidimos dejarnos Amberes y su Kulminator para un próximo viaje, ya que no estábamos muy seguros de su horario y no era plan de desplazarnos hasta allí y toparnos con las puertas cerradas. Así que con la meta de Bruselas ya más clara, decidimos hacer un pequeño desvío del camino hacia Adegem, un pueblo cercano a Brujas y con un local realmente atrayente.
Se trataba de una cervecería/tienda, el Den Zytholoog, con una carta más bien ligerita, tan solo ¡¡1500 cervezas!! Pero hoy no iba a ser nuestro día y nos encontrarnos otra vez las puertas cerradas… Se ve que en Bélgica nadie trabaja los lunes por la mañana... Así que con el rabo entre las piernas, volvimos de nuevo hacia el coche. Bruselas nos esperaba.
Ya de nuevo en Bruselas, tras descargar las maletas, comer y descansar un buen rato (el apretón etílico del día anterior tenía sus consecuencias…) nos fuimos directos al Moeder Lambic.
Ya allí, con un tiempo verdaderamente excelente, nos sentamos en la terraza y pedimos una primera ronda de cervezas de barril: la danesa Mikkeller Single Hop Challenger, la italiana Extraomnes blond y las belgas Tilquin Gueuze y 3 Fonteinen Kriek.¡Como me chifla 3 Fonteinen!
Arriba la Mikkeller Challenger y la Tilquin Gueuze. Abajo Extraomnes y 3 Fonteinen.
De paso aprovechamos para comer un ligero tentempié vespertino en el que sin duda destacaría un plato con una especie de crema para untar elaborada con diferentes quesos, cebolla tierna, pimienta y cerveza Cantillon Lambic y un pan realmente bueno. Delicioso.
Seguimos con una ronda más light: Bink Kerkomse Tripel (un punto afrutada y ligeramente especiada pero muy suave) y Jandrain-Jandrenouille IV Saison (cítrica, herbal, trago fácil y carbonatación bien integrada) para acompañar un plato de paté (los que hayáis leído todos los posts pensaréis que tras el viaje se nos quedaría cara de paté de tanto comerlo…).
Arriba el paté con la Kerkomse Tripel y la Jandrain-Jandrenouille IV.
Tras esto, y como las cosas buenas es mejor no cambiarlas, repetimos con el Delirium Tremens y su espléndido Hoppy Loft. Dos excelentes norteamericanas, Sierra Nevada Anniversary Ale 2009 (muy aromática y sugerente en nariz, y boca muy equilibrada) y Founders Red’s Rye (sabrosa, con maltas jugosas y afrutadas y un seductor lúpulo dominándolo todo), así como la italiana Birra del Borgo KeTo Reporter fueron las joyas elegidas. He de reconocer que esta última nos decepcionó un poco ya que siendo una porter aromatizada con tabaco esperábamos una explosión de sabor pero nos encontramos más bien una stout ligera, con nariz y boca demasiado comedidas en nuestra opinión.
Y con éstas cervezas dimos por concluido el viaje. A la mañana siguiente teníamos el vuelo muy pronto y decidimos que lo mejor era no abusar más, ya que llevábamos un buen portfolio cervecero a nuestras espaldas. Pero como otras noches, una vez en la habitación del hostal, los dos lupuloadictos nos tuvimos que “sacrificar” otra noche más con el exceso de compras de las tiendas y nos dimos un piscolabis de otras 4 cervezas más… ^^.
Y así damos por concluido este viaje tan intenso, interesante y fructífero en todos los sentidos. Desde aquí, y aunque ya lo hayamos dicho en numerosas ocasiones, queremos dar de nuevo las gracias a Marya y a Gabriel, dos buenos amigos con los que lo pasamos realmente bien y sin los cuales el trato recibido en la mayoría de sitios hubiera sido muy diferente. ¡¡Gracias a los dos y a ver cuando repetimos!!
Aquí abajo os dejo unas fotos de parte de la captura…
Sobre estas líneas algunas etiquetas de Alvinne y Struise (he preferido no poner todo el montón de etiquetas que conseguimos a lo largo del viaje porque seguro que me encerrábais en un sanatorio contra mi voluntad …). Abajo, unas cuantas copas sobre uno de los posters de De Dolle, entre las que destacaría las dos antiguas de Trappistes Rochefort y Westmalle.
Arriba, algunos de los pequeños placeres (paté de Westvleteren y De Dolle, quesos de Chimay y Hervé). Abajo, las dos botellas que compramos en la tienda Alvinne, Haandbryggeriet Dark Force y Toccalmatto Verdi Black Jack.
Y para finalizar, en la foto de abajo, al lado de un par de lúpulos secos de la abadía de St. Bernardus, una de las perlas del viaje en cuanto a coleccionismo: ni más ni menos que una etiqueta de la época en que St. Bernardus elaboraba las cervezas Westvleteren, justo antes de que dejaran las botellas sin etiquetar. La etiqueta está quitada y secada en la misma abadía, con lo que el valor sube, ¿no? ;P.
Wow, te lo juro que he leido todos tus relatos y me muero por ir a belgica, tamaños cervezas, historias, bares, calles, tiendas, y todo lo que he leido es algo para soñar y no querer salir de belgica jeje. Revise los precios, y aun esta lejos de mi presupuesto, pero no imposible, espero realizarlo algun dia.
ResponderEliminarGracias por todos estos relatos, saludos desde tijuana mexico.
En la tienda de la primera foto yo me comprè dos copas de PALM que estaban exibidas en una caja afuera junto con otras copas a tan solo 0,25 centavos de euro cada una. Me pareció muy barato! Por suerte la cristalería que traje de Bélgica y alrededores llegó perfecto a la argentina y no se me rompió nada en el viaje.
ResponderEliminarSaludos!!
Una pregunta sabia que en alguna epoca st bernardus elaboraba las tan afamadas westvleteren, pero no se la razon por la cual dejaron de hacerlo, no he leido mucho al respecto.
ResponderEliminarMiguel,
ResponderEliminarMe alegro que te hayan gustado las diferentes entradas y que te puedan ser útiles en un futuro.
En cuanto a la relación Westvleteren-St. Bernardus, según parece, en 1992 (tras 30 años de contrato) finalizaba la licencia por la cual St. Bernardus podía elaborar esas cervezas bajo el nombre de St. Sixtus (Westvleteren) y los monjes trapistas de S. Sixtus decidieron no renovarla. Según dijeron, las cervezas "trappistenbier" sólo se pueden elaborar dentro de los muros de una abadía trapista, y como S. Bernardus no lo es, pues no había otra solución.
Eduardo, pues esas copas de Palm no las vi yo... :(. Y en cuanto a la cristalería y el avión ya puedes estar bien contento de que no se te rompiera nada en un viaje tan largo. Aunque seguro que las llevarías bien acolchadas... Las nuestras iban con papel burbuja, cartones, calcetines y no se cuantos inventos más, jaja!!
ResponderEliminarA repetirlo.... con una furgoneta para cargarla de todo y con un quirófano móvil para el trasplante de higado!!!!!
ResponderEliminarUf, Pau, vaya pedazo de crónica, es maravilloso revivirlo todo! Ya no voy a ningún sitio sin vosotros, que lo sepais, así tengo diario de viaje garantizado ;)
ResponderEliminarSeguro que encontramos el hueco para hacer alguna que otra escapadita, Roma no estaría mal no? Besillos para los dos.
Magnífico relato en general del viaje.
ResponderEliminarHabrá que ri pensando en volver en breve.
Con tanta gente interesada habrá que pensar en hacer algo mas organizado para un grupo mas amplio la próxima vez. Yo hago de guía y sólo cobro unas cervezas en cada bar que visitemos jeje.
Respecto a la relación Westvleteren-St. Bernardus sólo falta decir que la levadura con la que se elabora la St. Bernardus es la levadura original de Westvleteren y que Westvleteren elabora sus cervezas con levadura de Westmalle. Esto es debido a que durante los 30 años que los monjes no elaboraron cerveza perdieron el control de su levadura mientras St. Bernardus siempre la tuvo en su cervecera. Además la receta de St. Bernardus Abt 12 es, en principio, la misma que Westvleteren 12. incluso ahora mismo es más fiel a la receta ya que usa la levadura original. Para darle mas vueltas al tema el lúpulo empleado por St. Bernardus está cultivado en sus propios terrenos mientras los monjes usan extracto de lúpulo para sus cervezas.
Ahí os dejo el tocho jaja. Nos vemos en Bélgica cuando querais!!!
G.
Txema, lo de la furgoneta sin duda, y lo del quirófano... pues si queda sitio entre tanta caja de cerveza, jajaja!!
ResponderEliminarToomuchtnutella, pues ya sabes, a la próxima montamos algo conjunto. Pero que sea verdad, eh? Que luego os echáis muchos para atrás!!!
Zombier, la próxima no habrá más remedio que hacer lo que dices tú, montar algo para un pequeño grupo. Tú como guía pero me temo que tendrás que hacer de contuctor de minibús, porque sino la mitad nos perdemos bebiendo por cada templo, jajaja!!
Sobre Westvleteren, gracias por las notas Gabriel! Excelente!!!
Yo me apunto al tour con minibús!!
ResponderEliminarGabriel que conduzca y los demás nos bebemos las cervezas, jaja!!
Grunx, el problema del conductor es que se pega una "amargá" del copón... Pero como Gabriel ya lo tiene muy visto ese terreno... jajaja!!
ResponderEliminarPorque luego la mayoría no podrá pero sino nos organizabamos ese Minibus sin problemas, o al menos una furgoneta grande para 9 que se pueda conducir con un carnet normal.
ResponderEliminarYo repito que me ofrezco como guía y conductor al módico precio de una cerveza en cada bar/lugar que paremos.
En Marzo se celebra el festival de Alvinne,creo que sería un buen día para ir y hay tiempo de organizarlo bien.
Gabriel,
ResponderEliminarLa verdad que sería un viaje brutal, pero como soy un cabezota sigo en mis trece de que desde la península y con furgoneta para cargar en los tiendones sería lo mejor, jejeje! (ahora bien, los centímetros para las cajas de cada uno medidos... ;P).
Lo de Alvinne, pues si el curro nos respeta, por suerte o por desgracia me temo que estará complicado...
Bueno, con este post ya me has rematado. Con esas fotos del botín que hicisteis en vuestro periplo, se me ponen los dientes largos. A ver si tengo suerte y puedo buscar un hueco en mi agenda para hacer un viaje a Bélgica, aunque sea de unos pocos días. Eso sí, trabajo iba a tener si sigo tu diario de viaje, jajaja. Salu2!
ResponderEliminarJAB, y porque no viste las botellas que nos tuvimos que beber en el hotel la última noche... Parecíamos unos posesos intentando terminarnoslas todas para no tener que llevarlas en la maleta...jeje!! Saludos!
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