Tras
un breve respiro después de regresar de tierras bretonas me dispongo a
relataros con toda la concisión que ya sabéis que me suele caracterizar (ehem…)
un compendio de lo que mi mente consigue recordar y que allí vivimos principalmente
en lo relativo a cerveza, que como imaginareis no fue lo único. Así que allá
vamos…
La
ruta con la que dimos la vuelta a la Bretaña francesa a lo largo de unos 10
días empezó en la universitaria ciudad de Rennes,
la capital de esta turística e histórica región costera francesa.
Tras
pasar noche en Angoulême para hacer más llevadero los más de 1300 km. en coche
desde Valencia hasta la capital bretona, llegamos con muchas ganas a esta
bonita ciudad del departamento de Ille-et-Vilaine.
Sobre estas líneas, lo más destacable
cerveceramente que nos encontramos en el trayecto de ida. Y es que 2,40€ por
una botella de 75cl más que decente merece como mínimo ese calificativo.
La
cosa no podía empezar mejor. Entramos en el V&B Rennes (las siglas, de Vin
& Bière), una franquicia que se encuentra extendida por toda Francia,
medio tienda medio cervecería, situada en pleno polígono industrial a las
afueras de la ciudad, algo que nos encontramos repetidamente en numerosas
poblaciones de toda Bretaña como ya veréis.
A
bote pronto nos sorprendió muy gratamente un número de referencias
verdaderamente elevado (más de 350), prácticamente monopolizado por cervezas
belgas y alemanas más o menos comunes pero también con muchos ejemplos de
cervezas francesas, bretonas y de territorios de ultramar o antiguas colonias (Hinano de Tahití, Lorraine de Martinica, Bourbon
de Islas Reunión, Corsaire de
Guadalupe…), cierto que en su mayoría únicamente destacables como curiosidad
para el coleccionista, pero también algunas referencias inglesas y escocesas.
Los
precios en tienda muy ajustados, pero es que en el bar ninguna de las
referencias existentes en sus 8 neveras grandes y 2 pequeñas superaba los 4€,
siendo los 3,50€ la norma. A parte de cerveza, como reza su nombre, también
tenían un buen repertorio de vinos, principalmente franceses, así como whiskys
y licores.
Estas Philomenn de arriba fueron dos de
las más gratas sorpresas del viaje, la Rousse,
floral, afrutada y con un toque a canela y vainilla, y la soberbia Stout, con mucho torrefacto pero de
amargor ajustado y muy fácil de beber. Abajo, la compra de un coleccionista en
su máximo esplendor.
Tras
picar unos muy ricos sausissons (otro
de los tópicos que se repitió por todas las cervecerías bretonas), nos fuimos
hacia el centro histórico, neoclásico en algunos puntos pero surcado por
infinidad de casas con entramado de madera y calles adoquinadas. Una
preciosidad. En cuanto a cerveza, la tarde-noche nos dio para conocer tres
locales.
El
primero, muy sencillo por fuera pero cálido y acogedor por dentro, fue el Oan’s Pub, con 9 referencias en barril,
prácticamente todos ellos de la Brasserie
Lancelot, cervecera que nos encontramos frecuentemente por la parte norte
de Bretaña. Además de cerveza, el buque insignia del local eran los cocktails,
los rones y whiskys, que aunque muy tentadores dejamos para otra ocasión.
Arriba a la izquierda el bonito cartel que
anunciaba los barriles. A la derecha otra de las mejores cervezas del viaje, la
Lancelot
Telenn Du, y la Blanche Hermine,
ambas de barril. Abajo, los exteriores del Oan's.
Tras
un par de rondas en las que cayeron otras medias pintas de Duchesse Anne (una tripel rica e interesante) y Bonnet des Rouges (algo más floja, si no
me equivoco elaborada con bayas de saúco), todas ellas de Lancelot, nos fuimos a comer unas riquísimas crêpes acompañadas de sidra bretona y rematadas con unas copitas de
nuestro primer chouchen (hidromiel) y
pommeau, antes de proseguir con más pubs.
Arriba unas crêpes de trigo sarraceno rebosantes de calorías para amortiguar el
alcohol venidero…
Continuamos
con otro pub que teníamos ganas de conocer, Le Barantic, sito en una de las calles más concurridas y animadas
de la ciudad.
En cuanto a cerveza tenían 18 referencias en barril con gran
predominio de cervezas belgas (Chouffe
Blonde, Tripel Karmeliet, Cuvée des Trolls, Chimay Blanche, Barbar, Lindeman’s
Faro…) pero al igual que en el anterior local, no tenían casi nada en
botella. Así que nos decidimos por un clásico que nunca falla, Chouffe, y por repetir la refrescante Blanche Hermine de Lancelot.
Arriba las cervezas y barriles disponibles. Abajo, una
oración que había allí colgada para los más devotos…
Con
varias rondas a las espaldas nos fuimos a cerrar noche al Ty Anna Tavern, enclavado en plena plaza de Santa Ana, en mi
opinión una de las maravillas de Rennes. Tras dejar atrás sus exteriores
preciosos con madera entramada entramos en este local de interiores bastante
sobrios.
Los exteriores.
Los
símbolos bretones y el sentimiento patrio estaban por todas partes, incluida
una muy buena selección de música principalmente rock. En cuanto a la cerveza había menos barriles, 8 referencias
otra vez copadas por Lancelot, pero al
fin pudimos encontrar varias en botella (el corazón del coleccionista empezaba
a ponerse nervioso). La mejor, otra vez la Telenn
Du de Lancelot, aunque a una
distancia considerable de la probada en barril.
La citada perla de Lancelot en botella…
Y
así dimos por cerrada la primera jornada por tierras bretonas. La mañana
siguiente la pasaríamos también en la misma ciudad, haciendo buen acopio de
quesos, patés y embutidos en su mercado (el 2º en volumen de toda Francia),
pero también disfrutamos de algún que otro dulce típico bretón como el kouign amann.
Arriba los citados dulces, algo así como un
hojaldre enrollado con mucho sabor a mantequilla y caramelo. Los símbolos
patrios que no falten ni en la comida! :P. Abajo una típica foto de turista,
pero los flancos de la plaza de S. Ana la merecían.
P.D.
Siento no haber colgado más fotos de los interiores de los pubs pero entre la
oscuridad de los mismos y mi odio hacia ese quema-fotos llamado flash…
Tras leer tu primer post dedicado a tu periplo bretón me ha quedado claro que tendría que haber sido mi viaje de este año, pero como ya te comenté creo que será mejor dejarlo para más adelante. Muy buena pinta gastronómicamente hablando, y en cuestión de arquitectura queda patente igualmente que es un lugar realmente atractivo. No tenía dudas, pero ahora aún menos. Seguro que disfrutaré enormemente cuando vayamos para allá. En cuanto a las cervezas, tengo ganas de hincarle el diente a esas Lancelot, una de las cervezas bretonas más conocidas. Esa Telenn Du promete, y las Philomenn también me han llamado la atención. Ya estoy esperando los siguientes post para que nos sigas poniendo los dientes largos. Por cierto, que por muy poco no volvimos a coincidir por tierras navarricas. Tiene guasa la historia ;) Salu2!
ResponderEliminarHola JAB! Pues sí, ya me contaron los del Manneken lo de tu visita, jejeje! Como son las cosas... :P. Sobre Rennes, pues tu lo has dicho, a nivel gastronómico y arquitectura la ciudad una gozada, y en cuanto a cerveza pues no está para nada mal. Ya me contarás cuando vayas, que seguro disfrutas un montón! Sobre las Philomenn, pues las había visto bastante bien recomendadas por la red y no decepcionaron para nada. Espero que te gusten igualmente los siguientes post, :P. Saludos!
EliminarMe ha hecho gracia el "nos fuimos a cerrar noche al Ty Anna Tavern", ¡con la foto que parece que eran las 4 de la tarde xD! Pinta bien el inicio del viaje, y curiosa la tienda en el polígono industrial :-?
ResponderEliminarJaja! Buen ojo, Diego! Jejeje! Lo que pasó es que temiéndome que por la noche no hubiera demasiada luz hice las fotos de algunos locales a mediodía o por la tarde bien pronto, de ahí que más que cerrar noche parezca que voy a almorzar, jajaja!! Lo del polígono industrial... pues por lo visto es la norma, ya lo verás en los siguientes post! Saludos!
EliminarQue envidia! Es una zona que tengo ganas de visitar, ahora más aún! Pero sobre todo, creo que con esto voy a tener ya una guía para ese viaje! jejeje. Un saludo!
ResponderEliminarJejeje!! Es lo que pasa al leer los post de viajes, que se nos ponen los dientes largos... ;P. Me alegro que te pueda servir en un futuro, ya nos contarás si haces la escapada! Saludos!
Eliminar(TEDASCUENYOYO) ¡POR TUTATIS, COMO MOLAN ESOS POLÍGONOS! ¡Y ESOS CREPES! QUE HAMBRE ME HA ENTRADO....
ResponderEliminarJajaja!! Como me ha molado la frase de Astérix!! Que viva la birra poligonera!!! XD. Las crêpes, pues a mí también me ha entrado un hambre... jajaja! Saludos Jorge!
EliminarYo estuve hace 2 años por la zona y me encantó tanto el sitio como la amplia gama de cervezas, lástima no saber de la existencia del vins et bieres (viendo tus fotos me estoy dando con la cabeza contra la pared) aún así como también iba en coche me traje una buena colección a casa!
ResponderEliminarSaludos!
Hola compañero! La verdad es que la variedad de marcas y la cantidad que estas ofrecen es bárbara. Cierto es que hay mucha homogeneidad por lo general, pero existen muy buenas cervezas también. Lo del V&B pues la verdad es que hay muchos repartidos por toda Francia así que es ideal saberlo por si vas a cualquier parte! Saludos y gracias por tu aporte!
EliminarSi no fuese porque tengo unas cuantas botellas bretonas por aquí me moriría de envidia. Por cierto, una de ellas no es "cerveza" sino "cervoise"... curioso, ¿eh? :)
ResponderEliminarEn fin, deseoso estoy de ver el resto de entradas.
Un saludo desde una achicharrante Pamplona
Hugo, supongo que te referirás a la de la Ferme des Landes con chouchen. La verdad es que es toda una rareza que tengo muchas ganas de probar. Ya me dirás qué tal la cosa porque yo aún tardaré un mes o más antes de echarle mano, jejeje! La próxima entrada no, pero la siguiente será donde hablaré de quien la elabora ;P. Un saludo desde una no menos achicharrante Valencia... :D
EliminarExactamente esa, no sé ni cómo empezar a probarla. Ya intercambiaremos impresiones. Por cierto, un placer conoceros en persona a tí y a Rosana.
EliminarUn saludo
Pues sí, ya intercambiaremos impresiones, lo que estoy bastante seguro es de que no nos dejará indiferentes...jeje! Igualmente, "señor de la oscuridad", un enorme placer conocerte! ;P
EliminarBienvuelto!! Mi periplo estival se resume en cero patatero cervecero (bueno la Fira de Vilafranca que pronto comentaré estuvo más que bien) así que la envidia es triple por esas birras, esos crepes y esas chapas de ultramar!!!!
ResponderEliminarGràcies mestre! Ya contarás qué tal por Vilafranca... Y de chapitas de ultramar, creo que te llevarás algunas (en un extenso plural) sorpresas. Vete consiguiendo cosillas de esos mundos perdidos que la próxima QTL va a ser épica! Jaja!! Salut!!
EliminarMenudo viajecito!! Por curiosidad, ¿que cervezas españolas habían en el V&B?
ResponderEliminarHola Javi! Pues de micros de aquí nada de nada, creo recordar que solo una San Miguel en el V&B... Eso sí más avanzado el viaje, ya por el sur de bretaña, nos encontramos algunas curiosidades artesanas adornando un bar, pero nada más. Los elaboradores artesanos de allí no conocen más que alguna de nuestras macros, es una pena, pero igual ocurre aquí con las suyas. Saludos!
EliminarYa me imaginaba que sería así. Pero como bien dices tampoco nosotros conocemos las cervezas de las micros francesas. Sería interesante que fueran más faciles de conseguir.
ResponderEliminarUn saludo y a seguir disfrutando de las vacaciones!
Pues sí, tras el viaje por la Bretaña me sorprende muy mucho que nuestros importadores se preocupen únicamente en traer las rarezas yankies más extremas cuando a menos de 1000 km hay algunas cervezas de un nivelazo. Un saludo e igualmente que disfrutes las vacaciones!!
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