Tras
la tregua “obligada” por diferentes eventos y aniversarios (San Lúpulo,
Biercab, #MBC, Oktoberfest…), retomamos
los post del viaje por Baviera con la crónica de nuestro paso por Regensburg,
una ciudad con mucha magia, patrimonio de la humanidad por su bien conservado casco
histórico, situada a los pies de la selva bávara y en el punto más
septentrional por donde pasa el río Danubio.
Nos
plantamos en la ciudad, junto con el amigo Diego, poco después de las 12.30 y tras parar
previamente en Hopfenland y las
cerveceras Kuchlbauer y Weltenburg. Las buenas cervezuelas
previas y el ambiente vivido de camino en el coche (Queen es un seguro de vida siempre en carretera…)
junto al tiempazo de escándalo que nos salió requerían de una buena cerveza
para no perder el tono así que empezamos con la fábrica más antigua de la
ciudad, la Spitalbrauerei, situada
en una de las islas al norte del centro histórico y pegada al famoso puente de
piedra que cruza el Danubio, obra que desgraciadamente estaba en restauración
en ese momento*.
Puestos
a elegir nos decantamos por el clásico triplete alemán: helles, dunkel y weizen, todas (cómo no) de medio litro y
a un módico precio de 3€ la unidad. En cuanto al contenido, la helles y la weizen cumplieron justillas y sin muchas florituras pero la dunkel se desmarcó de sus hermanas con
un punto más de sabor.
Tras
admirar la panorámica desde el puente decidimos adentrarnos en el centro,
parando primero a llenar el estómago para amortiguar tanto lo que llevábamos ya
encima como lo que nos quedaba por delante…
Disfrutar de la panorámica que ofrece este puente construido en el año 1135 es toda una experiencia. |
Nuestra
elección para comer (o más bien la del Lonely
Planet) fue el Historische
Würstküche, un must para disfrutar
de salchichas a la brasa. Para beber nos lanzamos con otra ronda del triplete rubia/negra/trigueña
de la Jacob Familienbrauerei, una
cervecera situada a unos 25km al nordeste de Regensburg. En este caso la weizen estaba realmente muy rica, muy
sabrosa y refrescante como toca para el estilo pero sin toques metálicos ni
burbuja molesta como en la Spital. Una pena que la dunkel y la helles no estuvieran a su nivel.
Un buen festín. |
Lo
cierto es que ya sea por estar disfrutando de las sabrosas salchichas a la orilla
del río Danubio como sencillamente por pura hambre, estas no tardaron en
esfumarse del plato, tras lo cual continuamos nuestra particular ronda birrera
paseando por el tranquilo centro para llegar a nuestra siguiente parada, la Kneitinger Brauerei.
El
local era muy peculiar, como una especie de patio-galería cubierta de cristal y
con mucha madera y piedra en las paredes y mobiliario. Lo mejor, disfrutar del
ambientazo que daba un grupo de jóvenes bávaros, todos ellos ataviados con el
típico pantalón de cuero marrón y camisa a cuadros, y comiéndose unos codillos de tamaño colosal
por cabeza. Pero centrándonos en la cerveza, a ver si adivináis cuáles fueron
los estilos de las elegidas… ¡Bingo! Otra vez helles y dunkel (esta vez
se cayó la weizen por
falta de espacio físico en nuestras entrañas…). En este caso la helles fue una muy grata sorpresa, con
un punto herbal fresco y a limón, y una base suave de cereal, con una
carbonatación muy justita. Para tomar a litros (aunque quizás ese día menos…).
Nuestra
estancia por Regensburg iba tocando a su fin pero antes de dirigirnos a nuestro
último local nos cruzamos con varios edificios preciosos, entre los cuales
destacaría la abadía de Sankt Emmeram,
cuyos interiores nos dejaron gratísimamente sorprendidos. Y es que no iba a ser
todo cerveza…
Que no os engañen los exteriores de este edificio. Lo mejor está a buen recaudo… |
Como
decía nos dirigimos a nuestro último local, la Furstliches Brauhaus, bastante apartado del resto y donde, cosas de
la vida, estaba todo revuelto por la preparación de una boda que iba a
celebrarse esa misma noche. Así que ni el servicio ni el disfrute de la última cerveza
fue el esperado. Aún así y un poco a regañadientes la camarera se animó a
servirnos dos medias maß de su dunkel y su helles (¿acaso os esperabais algún otro estilo?) aunque permitidme
la licencia que tras tantas cervezas las conclusiones al respecto fueran un
tanto nubladas… ;)
Las susodichas… |
Y
ya de camino al coche nos topamos el Getränkemarkt
Frizzz, uno de esos hipermercados (en este caso muy pequeñito) únicamente
de bebidas y en el cual no encontramos muchas rarezas pero si pudimos
aprovisionarnos con algunas botellas para rellenar una bodega que, para ser
sincero, más que menguar no paraba de aumentar peligrosamente…
Y
con este getränke dimos por
finalizada nuestra excursión a esta bonita y apacible ciudad. A los que tengáis
pensado viajar hasta aquí os recomendaría que os tomaseis la visita con más tiempo para poder
adentraros en la selva Bávara y visitar alguno de los bonitos pueblecitos de la
ruta del vidrio que lindan con la frontera checa. En nuestro caso esto último
se tuvo que quedar en el tintero ya que el cansancio después de una semana
empezaba a hacer mella y todavía nos faltaba otra semana más de disfrute por
tierras bávaras.
Junto al Danubio, Regensburg es fotogénica como pocas ciudades bávaras. |
*
Si visitáis tanto Baviera como el resto de Alemania en verano que no os
sorprendan las obras, por lo visto uno de los hobbies veraniegos de los alemanes. Y si tenéis pensado moveros en
coche como hicimos nosotros, armaros de paciencia (mucha, mucha, mucha…) porque
os esperan horas de interminables atascos por las frecuentes obras de
mantenimiento de sus estupendas, las cosas como sean, carreteras.
Ja ja ja... Bienvenido al mundo de los que alguna vez hemos sufrido esos interminables atascos en las autobahn alemanas!!! Bonita ruta en una ciudad que no conozco. Como siempre aprovechásteis bien el día!!! Después de un fin de semana bastante saturado... me vuelve a entrar sed y hambre!!
ResponderEliminarJajaja!!! Alguien que entiende mi sufrimiento por las insufribles carreteras teutonas... Bufff!! La ciudad merece la pena, pero como dice Diego un comentario más abajo aún estuvo mejor la visitilla por Weltenburg... Pero no adelanto acontecimientos, jajaja!! Ya me contarás, bandarra!! :P
Eliminar"un tanto nubladas", dice el cachondo... eran una mierda seca xD! Estuvo bien Regensburg, pero la visita al monasterio de Weltenburg lo eclipsó todo... en cuanto nos haga un poco de solete me tienen allí pasando el día entre birra y baño en el rio!
ResponderEliminarJajajajaja!!!! No quería ser tan explícito... Jajaja!!
EliminarLo de Weltenburg fue una pasada, la verdad es que sí. Tiene que ser una gozada visitarlo ahora en otoño, todo lleno de hojas caídas... Eso sí, lo del tema del baño no sé yo para esta época... Jajaja!!
Jejeje, es que yo considero "un poco de solete" lo que hace aquí a finales de mayo xD
EliminarBueno, considerando que aquí en Valencia aún no bajamos de los 20ºC y ahi ahora ya estaréis sacando abrigos y bufandas... Lo que yo te diga, jajaja!
EliminarBuena visita a esta ciudad que tampoco conocía. El poder tomar varios tipos de cerveza de cada fábrica debe ser un lujo. A ver si crecen más ese tipo de sitios por aqui!
ResponderEliminarBuenas Cristóbal! Tomar cervezas en la misma fábrica no hay comparación con las de botella que nos llegan por aquí. Además, siempre tienes la oportunidad de encontrarte elaboraciones estacionales o limitadas (no fue el caso en Regensburg pero si en otras ciudades). Y sí, ya me gustaría que empezaran a proliferar este tipo de locales por aquí... Saludos!!
EliminarVaya vaya, que recuerdos...de la ciudad sobre todo pq cuando yo la visité (hace muchas lunas jejeje) no hice la ruta cervecera que te ha marcado (eran otros tiempos) pero tomo nota de todo lo que apuntas para otra escapadita que será más pronto que tarde.
ResponderEliminarProst!!!
PD: Una pena no haber estado unos días más, podrías haber disfrutado del Gäubodenvolksfest, a unos 45 km al sudeste de Regensburg, en Straubing.
Muy buenas Oscar!!! Cuando tengas que marcarte otra escapada ya te pasaré por mail algunos sitios de Regensburg que se nos quedaron en el tintero, que hay un par que por lo visto también merecen la pena.
EliminarLo del Gäubodenvolksfest, pues sí, una pena pero ni el cuerpo ni el presupuesto daban para más, jejeje! Otra vez será, no dudes que lo tengo en mente!
Prost!!!!
Y yo pensando que ya habias acabado con la crónica de tu viaje y aún faltan más cosas...anonadado y lleno de envidia me tienes con la ruta alemana que te has pegado!
ResponderEliminarSaludos!
¿Acabado? Pero si aún falta medio viaje!!! Jajaja!! Tu espera, que lo que falta tiene mucha miga... ;). Saludos Rubén!!
EliminarEL PRIMER DIA DEL REGRESO ESTOY SEGURO QUE LO PRIMERO QUE HICISTE FUÉ ABRIR UNA LÁMBICA Y DESPUES UNA IPA Y UNA IMP. STOUT JAJAJAJA, VAYA JARTÓN A HELLES, WEIZEN Y DUNKEL QUE TE HAS DADO TIO JAJAJAJA. ENVIDIACA CON MI ESTILO FAVORITO ( WEIZEN ) EN TODOS LOS SITIOS, TUVO QUE SER DIGNO DE ADMIRACIÓN IR COMPARANDO WEISSES DIA TRAS DIA, A CUAL MEJOR, GRRRRRRR. UN SALUDO BArVARO!! XD
ResponderEliminarJajaja!!! La verdad es que cuando volvimos algo faltos de ácidas y estilos belgas e ingleses si estábamos... ;-). La verdad es que nos pusimos moraos a base de weizen y helles (y en menor medida también dunkels). Eché en falta algunos estilos como las bock, doppelbock y märzen pero es lógico ya que en verano no se dejan ver mucho. Otro saludo para tí Weizen-slao XD
EliminarAhh!! vale ya lo entiendo, qué iluso que soy.
ResponderEliminarLo tuyo es ir poniendo cada dos por tres, sin programación específica entraditas de estas de vuestro viaje para que se nos afilen los colmillos cada vez más, nos cojas de imprevisto y babeemos delante del ordenador. Qué malévolo eres..., con lo que te apreciamos :(
Curioso que de cuatro sitios de los cuales probásteis cerveza en uno la mejor era la Weizen, en otro la dunkel y en el otro la Helles. Con respecto al último como dices: 'conclusiones un tanto nubladas'. Al final vas a tener que hacer como yo y apuntarlo en una libretita.
Un abrazo
Jajajajaja! En realidad más que para ir dándoos envidia voy sacando los post cuando tengo el mínimo tiempo libre para ponerme a escribir... jejeje!
EliminarPues no me había dado cuenta pero es verdad eso de los estilos y los locales... Debe ser para no hacerse competencia, jajaja!
Y lo de las conclusiones, para este viaje si tomé mis notas, hombre!! Sino sería imposible, jeje! Lo de nubladas más bien era por las habilidades olfativas y las papilas algo nubladas tras tanto alcohol... ;-)
Otro abrazo para tí, Jose!
Cuarta entrega y solo vamos por la mitad del viaje! jajaja que grande menudas vacaciones, lo que ya no sé es como has sobrevivido a todo ese festín de birras y salchichas.
ResponderEliminarUn buen día de Dunkel, Helles y Weizen, en mi caso he de decir que las Dunkel son un mundo por descubrir a fondo, pero las helles y weizen en veranito son para beber a litros y sin parar.
Saludos Pau!
Y eso que me he dejado por contar alguna cosa de la primera semana para que no terminarais hartos de Alemania y de mi... Jajaja!! La verdad es que ahora que lo estoy reescribiendo no se ni como nos cupo todo aquello...
EliminarLo de las Helles y Weizen, totalmente de acuerdo, aunque reconozco que yo tomo weizen durante todo el año (Aventinus y Vitus especialmente no suelen faltar ahora que viene el fresco...). Saludos Gonzalo!!