13 may 2011

3er día: Barceloneta, Born y… ¡mucha más cerveza!

Tras un par de entradas de por medio, seguimos con nuestras andanzas por la Barcelona más birrera.

Jueves, segundo día en Barcelona y tercero de la escapada, nos levantamos con el ánimo de visitar tantos locales cerveceros como nos fuera posible ya que sin quererlo se nos acumulaba la “faena”. Pero como tampoco era plan de abusar de buena mañana y varias cervecerías no abrían hasta media tarde, nos fuimos a pasar la mañana a ese reducto marinero llamado la Barceloneta.

Más que pisar sus repletas playas de turistas nos apetecía adentrarnos en una Barcelona menos turística y sofisticada, con las calles estrechas repletas de señoras mayores acicaladas con decenas de rulos de colores en el pelo y adelantándose las unas a las otras (carro de la compra incluido) con más pericia que muchos coches por la circunvalación de Valencia. ¡Ah! Y todo bajo una inmensa selva de sábanas colgando de los balcones. Una estampa difícil de olvidar…

Pero además, como casi siempre, teníamos otra razón para visitar este barrio: satisfacer el estómago. Difícilmente hay una zona de Barcelona con tantos y tan buenos locales para tapear, algunos rallando la excelencia y otros, como es lógico, metiendo sablazos al incauto guiri. Por suerte, las recomendaciones del gran amigo Txema nos evitó lo último. Tras unas maravillosas y típicas “bombas” (una especie de bolas de patata rellenas con carne picada y cubiertas con una rica salsa picante) acompañadas por unas más que correctas cañas de Estrella Damm en el Bar La Bombeta, nos fuimos a otra parada obligatoria, La Cova Fumada, local en el que cayeron irremediablemente otra ronda de deliciosas bombas (aunque más pequeñas…) además de un sinfín de platos para picar (inolvidable la “esqueixada de bacallà”, un plato de bacalao desmigao con aceitunas negras y rociado con aceite de oliva), regados todos ellos con más cañas si cabe.

Arriba las bombas de La Bombeta y abajo la “esqueixada” de La Cova Fumada.

Tras éste, vino el turno de otro local, El Vaso de Oro, en el que nos pedimos su “famosa” cerveza de barril (una mezcla al 50% entre la Damm rubia y negra), la cual, aunque bien tirada, nos dejó un tanto indiferentes (por cierto, que este local también tiene una cerveza artesanal propia, Fort, que según nos contaron más tarde la elabora Rosita). Para cerrar la ruta de tapeo, con las persianas casi bajadas, nos tomamos un soberbio vermut casero en el Bar-Bodega L’Electricitat. Para que no se diga que en la vida todo es cerveza…

Después nos dirigimos hacia el barrio del Born para disfrutar de las majestuosas calles empedradas repletas de antiguos palacios y palacetes, todo ello coronado por la totémica obra del gótico catalán, Santa María del Mar.

Pasadas las 16h. llegaba por fin la hora de irnos por algunos de los locales más puramente cerveceros. El primero de la tarde iba a ser La Cerveteca (c/ Gignàs, 25). Situado en un bajo que hacía esquina entre dos calles, nos llamaron mucho la atención sus interiores además de su dinamismo, con gente entrando y saliendo continuamente y con dos paredes exteriores cubiertas con grandes ventanales que impedían cualquier tipo de intimidad.


En una esquina estaba la barra con sus respectivos tiradores, y en otra encontrábamos dos paredes que funcionaban como las estanterías de la tienda (tenían Meantime, Rogue y Schlenkerla, un par de Cantillon, varias Guineu y Agullons, entre otras). En medio de todo esto encontrábamos unas cuantas mesas-barril carentes de sillas, cerca de las cuales había un par de neveras con cervezas frías para tomar en el local o para llevar. Nos gustó bastante el local ya que no queríamos tomarnos más que unas cañas, pero también es cierto que si hubiéramos preferido tomárnoslas con mayor tranquilidad, o incluso sentarnos, el tema se hubiera puesto más complicado…


Tenían 9 barriles, tres de Brew Dog (Punk IPA, 5 A.M. y Trashy Blonde), y unos cuantos más de la alemana Aktien (creo recordar que también uno de Agullons pero no estoy seguro). Nos decidimos por una cañas de 5 A.M. y de Punk IPA, con las que quedamos plenamente satisfechos. A continuación, de la nevera elegimos una Rogue Kells Irish Lager para intentar reconciliarnos con esta conocida cervecera americana, pero esta lager no nos hizo cambiar de idea. Seguidamente compartimos una Meantime Yakima Red charlando con Rubén (Cerveteca) y con Robert (este último casualmente es el mismo americano que nos encontramos en Drunk Monk días atrás…). Se trataba de una red ale, por lo visto de edición limitada, y muy fácil de tomar que nos hubiera gustado poder degustar con mayor sosiego pero entre que iba pasando el tiempo y las piernas pedían algo de asiento no pudo ser así. Tras cargar con dos Cantillon (Kriek y Rosée de Gambrinus) a sabiendas de antemano el meneo que les íbamos a pegar, proseguimos con la ruta.

La siguiente parada iba a ser la cervecería El Flabiol (Rambla del Brasil, 55). De antemano varios conocidos nos habían avisado que este referente con 29 años a las espaldas no merecía la pena ya que había bajado mucho el nivel en los últimos años. Pero como buenos amantes de la exploración birrera no lo pudimos evitar. Bastante alejado del centro se encontraba este minúsculo pero curioso local. Con tanta breweriana por todas partes (jarras, copas, infinidad de botellas monoblock, preciosos posters y carteles…) era difícil que nos disgustara.


Tras echarle un vistazo a las dos neveras (ya que no nos convenció Paulaner, su único barril) nos decidimos por una botella de El Flabiol 25 años (cerveza conmemorativa del local elaborada por Van Steenbergue) y una bière de garde francesa con etiqueta curiosa, La Choulette (cuyo peculiar y largo nombre mejor lo veis en la foto). Ambas correctas.


Independientemente de la variedad existente en el local (centrada en lo belga más común aunque con alguna otra cosa curiosa) la posibilidad de poder tomarse una cerveza rodeado de tanto "cachivache" es una experiencia que sin duda recomendaría a cualquiera que se pase por Barcelona. Además, dos conocidos nos comentaron que por lo visto nada más volver de Bélgica (país que Jordi Chamayou, el dueño, visita todos los años allá por agosto) las neveras toman otro color que ya quisieran otros locales. Será cuestión de comprobarlo…

Tras el Flabiol nos fuimos, recomendados por un buen amigo, a la siguiente parada, relativamente cercana a pie, la Cervecería Freiburg (C/ de l’occident, 12). No del todo fácil de encontrar y tampoco excesivamente grande, este local situado en l’Hospitalet (de Llobregat) nos dejó muy gratamente sorprendidos.


A ojo de buen cubero diría que tenían más de 200 cervezas, muchas americanas (Short’s Brewing, Great Divide, Dark Horse, Anchor, Flying Dog…), rodeadas de una excelente comparsa: Brew Dog, De Molen, Alvinne… y algunas curiosidades (la belga Smisje por ejemplo). Por si fuera poco el local hasta la bandera con lo que muy mal no podía ir la noche.


Como no había más sitio que la barra no nos importó sentarnos en ella y así de paso pudimos admirar todas las botellas expuestas en el “escaparate”. No lo pensamos ni un segundo y fuimos a por unas Smisje Dubbel IPA y Smisje Triple. Para comer nos dejamos recomendar con un par de bocadillos, ambos muy buenos, con lo que se cumplía la profecía que algún otro nos había contado sobre los bocadillos del Freiburg.

Con los ojos analíticos de coleccionista a mil por hora (bueno, algo menos por el alcohol…), y tras revisar una por una todas las botellas, nos decidimos por algo menos “experimental”. Así que pedimos una Great Divide Smoked Baltic Porter y una seasonal de Anchor, la Humming Ale. La primera nos gustó bastante pese a no ser tan ahumada como su nombre apuntaba y la segunda también nos sedujo por el equilibrado punto afrutado ligeramente marcado por los lúpulos.


Para finiquitar la noche nos decidimos por dos americanas más. Se trataba de dos botellas de Dark Horse Perkulator con etiquetas distintas aunque con idéntico contenido, según nuestra percepción. Según rezaba la botella se trataba de unas coffee doppelbock, pero os tengo que ser franco en que lo poco que recordamos de ellas (ya no estábamos para tomar muchos apuntes…) es algo así: “acafenada, cuerpo medio, entrada fácil” (menuda precisión y uso tan fino de tecnicismos, ¿eh? ;P).


Tanta cerveza y sobretodo algo de cansancio por los días anteriores nos llevó a tomar la decisión de dar por finalizada la ronda. Tras despedirnos de los atentos y receptivos camareros (alguno terminó uniéndose a nosotros con las Perkulator) nos fuimos a reposar al albergue.

En la próxima entrada (y será la cuarta) terminaremos la crónica del viaje con un 2x1 (viernes y sábado juntos).

12 comentarios:

  1. Si, si, recuerda bien, uno de Agullons tambien.
    Saludos
    pepe

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  2. Pepe, gracias por el apunte!

    Saludos!

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  3. Lupuler@s!!!! No será por falta de información de la buena sobre Barcelona... Vosotros dos estuvisteis una semana pero aquí, una, desde mi silla, me sé más que la guia Michelín... Que ¿no llevamos casi un més recorriendo la ciudad sin salir de casa? Incluso noto mis papilas degustando el delicioso sabor a café que prometisteis traerme... empar

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  4. Empar,

    Información no nos faltó... Entre Txema y muchas horas cara a la pantalla el tema iba "bien atado"...jeje!

    De las birras "cafeneras" no te creas que nos olvidamos... Este domingo nos tienes en casa!

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  5. Gratos recuerdos me traen los locales que visitasteis, de momento, parece que en los dos viajes seguimos la misma guía jeje.
    Por cierto, curioso sitio el Freiburg, que siendo una bocatería tenga tantras referencias, es de agradecer. La pena es que cuando estuvimos nosotros, no tenían tanta referencia americana...

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  6. Iker, pues mira que sorpresa porque no recordaba que habías ido al Freiburg. Y yo ignorante de mí creyendo que con este ya tenías una referencia para tu guía... ;P

    Lo de sus americanas y demás, hace poco que las ha incorporado.

    A ver si retomo la "escritura" y el martes sin falta publico el final del viaje.

    Saludos!

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  7. Pues el Freiburg no lo conocía yo, mira por donde.... ningún día te acostarás sin saber una cosa más!

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  8. Txema, ni te acostarás sin probar otra (birra) más...jejeje!

    Una abraçada!

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  9. Vosotros si que sabéis hacer turimos :-)'''''

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  10. Deigote, gracias, se hace lo que se puede... jejeje!

    ¡Saludos!

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  11. La humming ale me la compré ayer a ver que tal

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  12. Alberto, pues a ver que te parece! Saludos!

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