Esta semana, el blog va a girar alrededor Unibroue, microcervecera canadiense situada actualmente en Chambly (Québec). Así que antes de comentaros las cuatro cervezas que he probado, y por poner en escena a aquellos que no conozcan la micro, os comento brevemente su corta pero intensa historia.
Esta micro empezó cuando dos nativos de esta preciosa región canadiense, André Dion y Serge Racine, vieron el potencial de las cervezas artesanales, allá por los años 90’. Pero se encontraron con el problema de que a principios de esa década era muy difícil obtener un permiso para la elaboración de cervezas en Québec. Con el fin de conseguirlo adquirieron el 75% de La Brasserie Massawippi, una cervecera situada en Lennoxville con dificultades allá por el año 1990, y empezaron distribuyendo sus productos. A finales de 1991 adquirieron el resto de acciones de esta, y en 1992 se convirtieron en una subsidiaria de Unibroue. Tras un cambio de nombre acabaron por fusionarse con Unibroue en 1993 y se trasladaron hasta Chambly, donde siguen en la acualidad. En 2004 fueron comprados por Sleeman Ltd. y esta a su vez por Sapporo, en 2006. Menudo meneo mercantil… Y es que el aumento de la popularidad de Unibroue en los últimos diez años ha coincidido con el crecimiento del microbrewing en Québec.
En cuanto a sus productos, elaboran una amplia gama de cervezas, muchas de ellas bajo el referente belga, ya que no se debe obviar la tradición francófona existente en Québec. Ahí es donde interviene su elaborador, Gino Vantieghem, quien inspirado en sus raíces europeas elabora sus productos de forma similar a muchas micros actuales, es decir añadiendo levaduras en la botella y consiguiendo una refermentación en esta. Esto da lugar, según ellos, a cervezas con un buen envejecimiento. Pero la importancia y por lo que comento la utilización de este método no radica en la novedad (ya que por ese entonces esto hacía muchos años que se hacía Europa) sinó en que fueron de los primeros en utilizarlo en Norteamérica cuando el microbrewing empezaba a expandirse en esas latitudes por la década de los 90’.
Actualmente es una micro más que consolidada y algunos de sus productos, entre los cuales se encuentra la archiconocida La Fin du Monde, poseen numerosos galardones. Esta cerveza junto con la Maudite, la Eau Bénite y la Trois Pistoles, os las iré comentando a lo largo de la semana.
Esta micro empezó cuando dos nativos de esta preciosa región canadiense, André Dion y Serge Racine, vieron el potencial de las cervezas artesanales, allá por los años 90’. Pero se encontraron con el problema de que a principios de esa década era muy difícil obtener un permiso para la elaboración de cervezas en Québec. Con el fin de conseguirlo adquirieron el 75% de La Brasserie Massawippi, una cervecera situada en Lennoxville con dificultades allá por el año 1990, y empezaron distribuyendo sus productos. A finales de 1991 adquirieron el resto de acciones de esta, y en 1992 se convirtieron en una subsidiaria de Unibroue. Tras un cambio de nombre acabaron por fusionarse con Unibroue en 1993 y se trasladaron hasta Chambly, donde siguen en la acualidad. En 2004 fueron comprados por Sleeman Ltd. y esta a su vez por Sapporo, en 2006. Menudo meneo mercantil… Y es que el aumento de la popularidad de Unibroue en los últimos diez años ha coincidido con el crecimiento del microbrewing en Québec.
En cuanto a sus productos, elaboran una amplia gama de cervezas, muchas de ellas bajo el referente belga, ya que no se debe obviar la tradición francófona existente en Québec. Ahí es donde interviene su elaborador, Gino Vantieghem, quien inspirado en sus raíces europeas elabora sus productos de forma similar a muchas micros actuales, es decir añadiendo levaduras en la botella y consiguiendo una refermentación en esta. Esto da lugar, según ellos, a cervezas con un buen envejecimiento. Pero la importancia y por lo que comento la utilización de este método no radica en la novedad (ya que por ese entonces esto hacía muchos años que se hacía Europa) sinó en que fueron de los primeros en utilizarlo en Norteamérica cuando el microbrewing empezaba a expandirse en esas latitudes por la década de los 90’.
Actualmente es una micro más que consolidada y algunos de sus productos, entre los cuales se encuentra la archiconocida La Fin du Monde, poseen numerosos galardones. Esta cerveza junto con la Maudite, la Eau Bénite y la Trois Pistoles, os las iré comentando a lo largo de la semana.
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