
1 masa para hojaldre.
500g de manzanas.
30g de pasas.
30g de nueces.
30g de azúcar.
30g de pan rallado.
30g de mantequilla.
1 cucharada de canela en polvo.
1 huevo.
Azúcar glasé.

Preparación:
Pelamos y despepitamos las manzanas (preferiblemente de la variedad Reineta por la textura que toman al cocinarlas, aunque como se puede apreciar en la foto no las encontramos en el supermercado). Las cortamos en pequeños dados y las mezclamos con las pasas, las nueces (troceadas), la mantequilla, el azúcar, la canela y el pan rallado. Precalentamos el horno a 200º.
Extendemos bien la masa de hojaldre para que quede bien fina. Una vez bien estirada, la colocamos sobre el banco enharinado (o directamente sobre un papel de horno).
Ponemos el relleno en un extremo de la masa, doblamos los bordes para que se pueda enrollar bien sin salirse y con un poco de mantequilla fundida pintamos los bordes para que se peguen bien. Luego enrollamos con cuidado.
Pintamos por encima con huevo batido y lo colocamos en una fuente de horno. Horneamos a 200º unos 25-30 minutos, hasta que la masa quede dorada.
Sacamos del horno y espolvoreamos con azúcar glasé. Servir templado.
En cuanto al maridaje, nos gustó bastante (aunque quede mal decirlo), ya que era difícil que las notas de canela y ese punto de jengibre presentes en la cerveza no funcionaran con el postre. Además, el alcohol relativamente elevado (8,6%) también aportaba suficiente cuerpo. Por ponerle un pequeño pero, quizás a la cerveza le faltaba un punto de dulzor para no quedar tan escondida tras todo el azúcar de las pasas, y las manzanas.

Pensamos que otros maridajes que podrían funcionar con el postre serían las cervezas de trigo tipo witbier por su punto afrutado (naranja) y especiado (coriandro) o las weissbier alemanas. También podrían funcionar muchas cervezas de navidad belgas por el elevado contenido en notas dulces y especiadas, y también aquellas cervezas de frutas que sean dulzonas y no muy ácidas.
¿Se os ocurre algún otro?