28 feb 2012

Mejores cervezas del mes: Febrero’12.


Cuando aún me pregunto cómo puede haber pasado tan rápido éste mes de febrero llega el momento de recopilar las mejores cervezas que han pasado por nuestras manos desde finales de enero. Si tuviera que elegir una sola palabra que resumiera éste post sin duda sería “negro”, y a continuación entenderéis el porqué.

La primera gratísima sorpresa que cayó en nuestras manos fue la Schneider Tap X Nelson Sauvin. La verdad es que cualquier cosa que venga de ésta cervecera bávara suele gustarnos y mucho por lo que las expectativas para con ella eran bastante elevadas. De color amarillento turbio y coronada por una espuma blanca de mediana retención, ofrece notas cítricas por doquier, con el lógico plátano y clavo, pero también notas a bizcocho, manzana asada, melocotón y leve fruta tropical, así como toques herbales y ligero cereal. Entrada ligera con carbonatación muy comedida, sedosa. En boca toma protagonismo el lúpulo cítrico, herbal, muy afrutado y carnoso pero sin que los demás contertulios se vean desplazados. En conclusión, una cerveza muy redonda y sabrosa pero a la vez fresca y muy fácil de tomar.

Bien arriba del podio también y por merecidos y “oscuros” méritos se suben un nutrido grupo de representantes venidas de Reino Unido.

En primer lugar, Kernel Export Stout, una cerveza de textura casi petrólea, prácticamente mascable, rebosante de café y sobretodo torrefactos, café y frutos secos, y en menor medida fruta oscura y regaliz. Amargor comedido pero presente que termina por redondear una cerveza voluptuosa de todas todas. Un ejemplo de cómo un diseño austero pero elegante puede contener una auténtica joya en su interior.

La segunda es Moor Old Freddy Walker, una reconocida y laureada Old Ale venida de la misma fábrica de la que ya comentamos alguna otra joya en ésta misma sección. Mucha fruta oscura, chocolate, regaliz y leve café consiguen un trago redondo y muy equilibrado, con un cuerpo rotundo eso sí, pero con la facilidad para tomar que caracteriza a las buenas brit, con una textura sedosa y una carbonatación excelentemente integrada. Maravillosa.

Finalmente, y para cerrar la tripleta británica tenemos la Thornbridge St. Petersburg, una imperial stout detalle de Gabriel de Zombier bastante alejada de los cánones que marcan los yankies desde el otro lado del Atlántico, con menor cuerpo, los lógicos tostados, café y leve fruta oscura, un sugerente punto ahumado, así como regaliz, dejes balsámicos, herbales y ligerísima menta, con un contrapunto amargo final que no impide que la sensación final sea la de una cerveza corpulenta pero muy bebible y bastante alejada de otras muestras actuales del estilo.

Siguiendo con la oscura línea cromática, Haandbryggeriet Bestefar, cuyo contenido, aunque peculiar, va acorde con la espectacular etiqueta que la engalana. Tras la rápida bajada de la espuma de color beige, queda desnudo un precioso elixir marrón oscuro con leves ribetes cobrizos. Lluvia de contrastes, con regaliz, frutos secos, fruta oscura, balsámicos, acidez marcada así como carbonatación sorprendentemente elevada (quizás el único punto negativo) configuran una ale bastante peculiar y con menor protagonismo de las maltas de lo que cabría esperar, pero no por ello deja de ser una más que recomendable cerveza.

Para terminar con las cervezas extranjeras, entre las varias joyas que compartimos hace a penas unos días con Marya y Gabriel, quisiera destacar la magnífica Hair of the Dog Fred. Ofrece mucha fruta madura, melocotón, mango y fruta confitada (orejones), así como notas cítricas y levemente especiadas. Fondo dulzón pese al punto herbal venido por el lúpulo y alcohol marcado pero bien compensado, con una textura ligeramente jarabeada. Trago redondo y muy completo. En mi opinión unos pocos peldaños por debajo de su hermana Adam, pero igualmente soberbia.

Y en cuanto a artesanas, a parte de la riquísima Naparbier Amber Ale que ya mencionamos en su debido post, no podíamos terminar el mes de otra forma que con tres ejemplos más vestidos de color azabache. La primera, Moon Three Threads, con muchos torrefactos, pronunciado amargor y trago sedoso y envolvente. La segunda, Popaire Tinta de Pop, sorprendentemente fácil de tomar pese a la marcada acidez, lógicos torrefactos pero muy comedidos y un punto herbal y de regaliz.
 

Para finalizar, la increíble Marina Grim North, colaboración con la cervecera británica Steel City de la que esperábamos mucho y no decepcionó un ápice. Espuma beige con maravillosa retención que cubre un precioso líquido marrón muy oscuro con reflejos cobrizos, ofrece un suntuoso lúpulo cítrico así como algo resinoso sobre un fondo de chocolate, café comedido, frutos secos y ligero caramelo, con una textura cremosa y envolvente y carbonatación muy bien integrada. Unas curiosas notas a menta/tabaco (que no ahumadas) acaban por darle el toque de gracia a una cerveza de trago largo y repleto de matices que corona a las artesanas de éste febrero. ¡Ah! Y no me olvido de que el diseño y la presentación de la botella de 75cl es maravillosa!


Y con ésta amplia representación de artesanas venidas del lado oscuro damos por cerrado el mes. Veremos que nos depara el cercano marzo.

23 feb 2012

¿Quién dijo que viajar fuera caro?

Con la situación económica que está cayendo y con lo que por desgracia probablemente nos queda por ver, desde aquí quiero intentar levantar el ánimo con mi pequeño granito de arena y así intentar no caer en ese pozo en el que algunos se empeñan en meternos. Así que aunque sea soñando despiertos os quiero proponer que nos vayamos por un momento de viaje. Tanto aquellos que quisierais viajar como los que hayáis tenido la posibilidad de hacerlo hace poco o vayáis a consumarlo próximamente os quería plantear un par de preguntas bien cortitas para que entre todos y por un segundo dejemos de pensar en los bolsillos y dejemos volar nuestra imaginación.

 Imagen tomada de aquí

Yendo al grano… ¿Cuántas veces habéis deseado probar in situ todas esas maravillas de las que hablan tantos libros, guías y webs? ¿A qué lugar os encantaría ir para disfrutar como unos enanos frente a unas maravillosas copas de cerveza? Bruselas y sus sensacionales lambic; Portland, San Diego o tantos otros lugares de la costa oeste norteamericana y su gran cantidad de craft maravillosas; las incomparables hospodas de Praga y el mundo de la baja fermentación; Colonia y Düsseldorf, o las kölsch y alt respectivamente; todos esos seductores pubs británicos y sus relucientes cask; Bamberg, Franconia y las rauchbier...

Y en segundo lugar, en caso de que hayáis viajado a algún lugar cervecero destacable,  intentando ser objetivos y dejando a un lado la sugestión positiva que nuestra perversa mente suele generar con el tiempo, ¿habéis podido comprobar aquello de que en el lugar de origen tantas y tantas cervezas están mucho mejor que aquellas que nos llegan por aquí (si es que nos llegan)? ¿O por el contrario eso no fue así y aquello que un día ensalzasteis en verdad os generó un desencanto desmedido al conocerlas de primera mano?

Así que si no es pedir demasiado, os insto a que hagáis de “abuelo cebolleta” contando batallitas y/o sueños que deseéis cumplir para que algunos otros viajemos a través de vuestras líneas.

20 feb 2012

Cebiche de lubina y Stone Ruination.

Cuando los coletazos de frío de este febrero parecen haber desaparecido, vuelve El Lúpulo Cocinero con una receta refrescante a base de pescado. Se trata de un cebiche, un plato típico de latinoamérica que se suma al ya largo repertorio de recetas a base de pescado crudo y/o marinado existentes en la sección (será porqué nos gusta, digo yo…). En este caso queríamos probar una idea de maridaje bastante recurrente que es la de conjugar los picantes con las notas de lúpulo. Pero antes de adelantar el resultado vamos con la receta que, como suele ser costumbre también en esta sección, es de muy fácil factura.

Ingredientes (para 2 personas).


- 200 g. de lomo de lubina.
- 50 ml. de aceite de oliven virgen extra.
- 3 limas.
- Un trozo de jengibre fresco.
- Tabasco.
- Cebollino fresco.
- Sal.

Elaboración.

- En primer lugar limpiamos la lubina y sacamos los lomos (o pedimos que nos lo haga el pescadero). Los cortamos en daditos de medio centímetro (más o menos) y los ponemos en un bol.
- Rociamos el pescado con un chorrito de aceite de oliva, el zumo de una lima y la piel rallada de media lima. Mezclamos bien.
- Rallamos el jengibre (tampoco mucha cantidad) y lo añadimos a la mezcla anterior.
- Echamos también unas gotas de tabasco (al gusto) y un poco de sal.
- Volvemos a mezclarlo bien todo y reservamos en el frigorífico prestando atención a que el pescado quede bien cubierto de aceite. Dejamos macerar unos 15 minutos.
- Mientras tanto, cortamos las dos limas que no hemos usado por la mitad. Sacamos la pulpa con ayuda de una cuchara y la reservamos.
- Una vez pasados los 15 minutos rellenamos las medias limas vacías con la mezcla, añadiendo un poco de la pulpa de la lima (sin excederse).
- Decoramos con un poco de cebollino fresco cortado y servir.


En cuanto a la cerveza, como ya adelantamos en el título, pensamos en una Stone Ruination IPA. Ésta posee un precioso color amarillento levemente turbio que deja entrever algunos reflejos anaranjados, todo coronado por una espuma blanca esponjosa y de buena retención. En nariz ofrece todo lo que un buen hophead que se precie desearía encontrar, ofreciendo una explosión de lúpulo resinoso, herbal y mucha fruta tropical (mango, lichi) así como algo de uva, y todo ello sobre un fondo ligeramente dulzón y con recuerdos a melocotón y membrillo. En boca entra menos explosiva de lo percibido en nariz, con el lichi y el membrillo citados y muchísima fruta, pero también recuerdos resinosos y herbales, dejando un final largo, cítrico y herbal muy duradero. Muy fluida pero con un cuerpo y un fondo marcadamente amargo no apto para los no iniciados a las florecillas verdes.


Respecto al maridaje, como decía al principio, queríamos comprobar la famosa asociación de picante y especiado con las cervezas marcadamente lupuladas, y aunque el matrimonio no fue del todo satisfactorio quería comentarlo igualmente. Al principio ambos contertulios parecían hechos el uno para el otro, dando momentos de gozo increíbles, pero a medida que avanzaba la cena se potenciaban el uno al otro consiguiendo que en ocasiones hubiera demasiado picante, cítrico y amargo (tanto de la cerveza como de la corteza de lima). Quizás fuera porque la cerveza era excesivamente amarga o porque nos pasamos con el picante y la lima. Aún siendo así, creo que el plato hubiera combinado mejor con alguna cerveza menos lupulera y con bastante más malta que dominara el trago, o incluso quizás podríamos haber cortado con algo directamente dulzón.


De todos modos cada cosa por separado nos pareció maravillosa y concretamente la Ruination IPA fue una grata salvajada que no olvidaremos en mucho tiempo. Así que si queréis hacer combinaciones con picante, intentad usar una IPA menos lupulera y más sobrada de malta. Consejo de un Hophead.

16 feb 2012

En el corazón de Colorado...

Para la sección de las Etiquetas de cerveza de este mes tengo pensado hablaros de una cervecera norteamericana cuyas cervezas vienen bien engalanadas con unas etiquetas en mi opinión bastante bonitas, que siguen la línea habitual de esta sección con ilustraciones, aunque esta vez mucho más clásicas.

La cervecera es Odell Brewing, la cual vió sus primeros pasos allá por el año 1989, siendo por ello la segunda micro en abrir en Colorado. A día de hoy, con la friolera de producción anual de unos 45000 barriles (¿se podría considerar micro?), poseen un portafolio de unas 20 cervezas dependiendo de la temporada, además de unas cuantas más en su sala de grifos que rotan continuamente y que en ocasiones solo prueban unos cuantos afortunados. Todas ellas se reparten entre Clásicas (las básicas, disponibles todo el año), Seasonals (de temporada), una serie con barricas de roble llamada Woodcut, otra serie que venden en packs indivisibles de cuatro llamadas 4-pack y en la que dan una vuelta de tuerca a algunos estilos, y además algunas experimentales que sólamente se pueden probar en su Tap Room (sala de grifos) y entre las cuales hay algunas que por exitosas terminan siendo embotelladas y vendidas bajo la serie Single Serve. Así que con ésta cervecera difícilmente alguien quedará sin satisfacer dada la vasta oferta.

En cuanto a las etiquetas, vosotros mismos…

< Clásicas >


Levity. 5,1%. 24 IBU. Amber Ale.


IPA. 7%. 60 IBU. American IPA.


5 Barrel Pale ale. 5,2%. 32 IBU. American Pale ale con infusión de lúpulo fresco tanto en el Hop Back como en el fermentador.


90 Shilling Ale. 5,3%. 27 IBU. Amber ale. La primera cerveza de la casa. El nombre viene por el antiguo método de tasación escocés según el cual solo las mejores cervezas poseían 90 Shillings (shilling fue una moneda británica en uso desde el s. XVI hasta casi finales del XX.).


Easy Street Wheat. 4,6%. 15 IBU. American wheat.


Cutthroat Porter. 5,1%. 43 IBU. Inspirada en las London Porter. Toma el nombre del pez estatal de Colorado, en inglés cutthroat (parecido a nuestros salmones).


< Seasonals >

Red Ale. Red ale lupulada. 6,5%. 50 IBU. Disponible desde enero hasta abril.


St. Lupulin. Pale ale extra lupulada con dry-hop. 6,5%. 46 IBU. Disponible de mayo a septiembre. En mi opinión una de las etiquetas más logradas de la fábrica.


Isolation Ale. Strong ale. 6%. 29 IBU. Disponible de octubre a diciembre.


< 4 Pack Series >

Mountain Standard. Double Black IPA. 9,5%.


Myrcenary. Double IPA. 9,3%. Su nombre hace referencia a uno de los aceites esenciales presentes en las flores de los lúpulos.


Double Pilsner. Interpretación de las pilsner checas a la americana. 8,1%. Primero tenéis la etiqueta antigua y a continuación la nueva (en mi opinión, más bonita).

 


< Woodcut Series > Serie que nació en 2007 y que por tanto va por la 5 versión. En ella han ofrecido desde una Märzen alemana, hasta una quadruple belga, pasando por una golden ale, entre otras, teniendo un alcohol alrededor del 11% y un tiempo de añejado en barrica que varía de unas a otras. Las etiquetas poseen el mismo diseño, variando el número y el color solamente.

 
 
 
 

< Single Serve Series > En esta serie podemos encontrar desde una Imperial stout envejecida en barricas de Bourbon, a una Imperial porter envejecida en barricas con adición de melocotones y levaduras salvajes, una brown ale con Brett o incluso una interpretación de las “lambic” con cerezas y frambuesas.

Sobre éstas líneas, una de las que por exitosa pasó de ser una simple prueba del Tap Room a ser embotellada, Friek, elaborada con cerezas y frambuesas y añejada en barrica de roble.

Y finalmente, quizás también en ésta última categoría se podría encasillar la Odell Black Bird. Se trata de una schwarzbier gestada con la ayuda de los seguidores de Twitter que tiene la cervecera, quienes mediante sus tweets daban sus consejos e incluso eligieron mediante votos el nombre de la cerveza. Curioso, ¿no?  Ya podrían hacerse por aquí este tipo de iniciativas pero ya se sabe que los yankies…


Sobre éstas líneas, la etiqueta para anunciar el juego en Twiter (fijaros en el pico). Abajo el diseño definitivo.


Y con ésta curiosidad termino. Por el momento sólo he visto éstas cervezas por alguna tienda online de Reino Unido pero a ver si dentro de poco podemos verlas por nuestras tiendas también.

Para más información sobre la cervecera, aquí tenéis su web , en la que se sigue también un diseño bastante cuidado.

13 feb 2012

Numerología cervecera encriptada.


Para la sección de Las Reflexiones de un Hophead de este mes tenía un post medio pensado pero algo que me ha pasado hace apenas dos días me ha abierto otro filón que no quería dejar pasar.

Os pongo en situación. El sábado fui a comprar a un supermercado que goza de amplia representación por la provincia de Valencia pero que no suelo frecuentar demasiado. Así que podéis imaginar cual fue mi sorpresa al ver que en la sección de cervezas tenían una “nueva” artesana valenciana. Tras el subidón de adrenalina que me suele caracterizar en estos casos, rápidamente me sobrevino la duda ya que somos pocos los blogueros cerveceros valencianos pero solemos estar bastante bien comunicados. Me sorprendía cómo una notícia como ésta podía haber pasado inadvertida tanto por consumidores como por coleccionistas. Así que tras el asombro me puse a echarle un vistazo al elaborador cuando entonces me topé con un escueto a la vez que cansino y recurrente número de registro sanitario. Ya en casa las puse a enfriar y ayer domingo las probamos.


Arriba las botellas y abajo su particular “DNI”.



Tengo que reconocer que no hace falta ser ningún hacha de las catas para reconocer las elaboraciones de las micros valencianas porque son pocas y cada una tiene su puntillo particular bastante definido, así que tras probarlas no me quedó ninguna duda de la cervecera que las elaboraba. Pero aún así, y para corroborar dicha suposición me fui a comprobar el número en mi colección de etiquetas cuando… ¡Oh, sorpresa! Las originales de la supuesta cervecera no tenían este número impreso en las etiquetas originales y solamente estaba en las versiones contratadas para el supermercado. Así que me tocaba currármelo un poco más y consulté un archivo que tienen en ésta interesante web que enlazo, en el que efectivamente comprobé que el número de la cerveza del súper y la supuesta micro coincidían.

Ésto, por desgracia, no deja de ser un caso más entre el nutrido número de elaboraciones que muchas micros de la península hacen para otros escondiéndose bajo el susodicho numerito. Así que no quiero cebarme con este caso concreto, ya que por otra parte en el fondo no hay ningún engaño. En realidad, y aquí es donde viene la verdadera reflexión, lo que me planteo es ¿por qué el ocultar el nombre de la verdadera micro, o peor aún, atribuirse méritos que no deberían, cuando es tan fácil descubrir el pastel con dos simples clicks de ratón? No se si por tanto merece la pena (supongo que económicamente y a corto plazo sí, tanto para el contratante como para el contratado), o por el contrario (esto viene después…) esto no es perjudicial para ambas. Además, las cervezas elegidas por el supermercado no siempre son los mejores ejemplos para un consumidor poco acostumbrado a sumergirse en el maravilloso mundo que hay fuera de las lagers comerciales, cuando no se encuentra con que la calidad de las mismas (y creo que todos pensamos en el mismo nombre) roza lo ofensivo.

Como decía, ya son varias las micros que han visto un filón en esto de los hípers/súpers haciendo caja con un simple cambio de etiqueta pero manteniendo el contenido. Y quede claro que no es ahí donde veo el problema ya que tal y como está la economía, cualquier estrategia que vaya encaminada a intentar salir adelante me parece más que digna de elogio. En realidad, y según mi opinión, el problema son las formas y en parte los contenidos.

¿Cuántas veces habéis leído en alguna artesana aquello de “cerveza elaborada en…” cuando en realidad sabéis más que de sobras que no existe ninguna fábrica en esa población/región? ¿Quien tiene la culpa de ello? ¿El contratante por quererse aprovechar del incauto consumidor lanzando una cerveza cuando muchas veces ni él mismo sabe cuáles son los ingredientes básicos de cualquier cerveza, o bien el contratado por permitir que uno de sus productos aparezca etiquetado bajo una gran farsa?

Conozco, al igual que seguramente vosotros también, demasiados casos en este sentido y podría detallarlos uno por uno pero a parte de ganarme unos cuantos enemigos tampoco creo que me ganara mucho más que un simple dolor de cabeza, que por otra parte tampoco me apetece. Así que si no lo hacíais ya, quizás después de este post os interese mirar más hacia ese curioso número (y las letras asociadas) que hay detrás de muchas de esas cervezas que pagamos frecuentemente a precio de oro. Desde ya os digo que no son pocas las que dicen ser de una región cuando la letrita del registro apunta hacia otra provincia que en ocasiones está a cientos de kilómetros…

Así que en conclusión, desde aquí felicito a todos aquellos elaboradores que aún en estos tiempos tan difíciles económicamente deciden por apostar por la sinceridad e informar correctamente al consumidor sin patrañas ni cuentos chinos. Y a los que no lo hacen, podéis estar seguros de que el tiempo los terminará poniendo en su lugar ya que en el fondo no dejamos de ser cuatro gatos que nos conocemos muy bien.

9 feb 2012

El taoísmo cervecero en Barcelona.

Transcribo de Wikipedia: Se trata de un concepto fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo según la filosofía taoista, en la que surge. Describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas.

Seguramente algunos os preguntéis que hago introduciendo un post con filosofía, o quizás no. Lo que seguramente os interesará tanto a los primeros como a los segundos es que un pajarito nos ha chivado una notícia más que interesante. Lo que seguramente ya sepáis todos es que dentro de un mes, durante los días 9, 10 y 11 de marzo, tendrá lugar en Barcelona el Barcelona Beer Festival, un evento que cada día que pasa parece más imperdonable perdérselo dado el nivelazo de cervezas que podremos degustar allí.

Pero como decía, un pajarito que se ha desplazado unos cuantos cientos de kilómetros hasta Valencia nos ha adelantado la primicia de que entre las cervezas a probar podremos contar con la Yin y la Yang de la danesa Evil Twin (aunque en realidad ambas cervezas estén elaboradas en Brewdog, Escocia). De ahí el filosófico inicio del post.


Para quién no las conozcáis se trata de dos cervezas enormes, la Yin una Imperial Stout de 10% de alcohol, y la Yang una Imperial IPA con el mismo contenido alcohólico. Se pueden tomar por separado, pero aquellos más atrevidos también podéis preparar un peculiar pero a la vez magnífico Black & Tan juntándolas a partes iguales, consiguiendo una pinta perfectamente equilibrada.

Aquí bajo os dejo las etiquetas de ambas cervezas.

 

Aquellos que os acerquéis por el BBF podréis disfrutar de ambas cervezas de barril así que ya tenéis una razón más que convincente para acercaros.


Para más información podéis pasaros por su estupenda y nutrida web: http://www.barcelonabeerfestival.com



El dibujo del Yin Yang y la definición están tomadas de aquí.

6 feb 2012

¡Cuánto te quiero… cerveza…!

Llevo una semana sin demasiado tiempo libre para escribir ningún post (y me temo que así continuará la cosa al menos una semana más…) así que os dejo un cómic bastante divertido que encontré hace tiempo por la red y que toca el tema de la cerveza en las relaciones de pareja. Es de Emily Sauter, fémina dibujante y amante de la cerveza de la cual ya publicamos una de sus creaciones hace un tiempo. ¡Espero que os guste!


1.
Llega una chica, saca las llaves y abre la puerta de casa…

2.
- ¡Cariño, ya estoy en casa!

3.
- Hmm… No debe estar en casa…

4.
Una nota en el frigorífico pone: “Nena, estoy en el dormitorio. Tu hombre”.

5.
- Necesito un trago… - se dice pensando para sí misma.

6.
Abre la nevera y detrás de unas aceitunas ve algo…

7.
- ¡Vaya! Una botella de Ommegang Hennepin Farmhouse Ale… ¡Increíble! Mmm…

8.
- ¡No puedo creer que aún la tenga!

9.
Con los ojos cerrados y con el marido detrás de sus espaldas dice:
- ¡Te amo cerveza!

10.
- ¿Amas a esa cerveza más que a mí? – le pregunta el marido.

11.
- Mmm… - dice pensativa y con cara de circustancias.

FIN

2 feb 2012

Naparbier y como ir más allá de una pilsen y una dunkel.

Hace unos meses hablábamos por aquí de la gente de Naparbier, unos pamplonicas que en su momento nos obsequiaron con una interesante entrevista y con dos cervezas realmente bien hechas, cuyos estilos, Pilsner y Dunkel, hasta el momento no habían gozado (y así continúa la cosa…) de la misma profusión que otros estilos entre los elaboradores de la península.

Habiendo quedado encantados con ellas, nos empezamos a frotar las manos ante la notícia de que iban a sacar dos nuevas cervezas: una Amber Ale y una colaboración con la danesa Evil Twin. Pues imaginaros cual fue nuestra sorpresa cuando hace apenas una semana recibimos, sin esperarlo, unas muestras de ambas junto a una copa personalizada con su nombre. Agradeciendo enormemente el detallazo, a continuación os dejo nuestra impresión.

En cuanto a la primera, se trata de una Amber Ale de 5.5º, con 45 IBUs y que usa una sugerente combinación de lúpulos, con Cascade, Chinnok, Motueka, Nelson Sauvin y Topaz. Solo con leer esto la cosa ya apunta, pero es que una vez servida la impresión es bárbara. Posee un precioso aspecto ambarino tirando a rojizo, muy limpia, en el que se vislumbran infinidad de pequeñas burbujas intentando alcanzar una espuma beige esponjosa que desaparece lentamente hasta dejar un fino anillo. En nariz posee mucha fruta (melocotón, mango, leve lichi…) acompañada por lúpulo medianamente resinoso y especiado. Por detrás, un leve fondo acaramelado y almibarado. Muy sugerente. En boca vuelve a entrar el lúpulo como principal protagonista, otra vez resina, especias y fruta, y el mismo toque ligerísimamente acaramelado de fondo. Cuerpo ligero pese al amargor bastante pronunciado, carbonatación perceptible pero muy bien ajustada consiguiendo un trago refrescante pero repleto de sabor. En mi opinión se trata de una amber maravillosamente lupulada a la que por ponerle un pero quizás le eche en falta algo de malta de base (aunque en este sentido tengo que decir que tras comentárselo a Juan me dijo que iba a solucionarlo en la próxima tirada).

En cuanto a la colaboración con Evil Twin, se trata otra elaboración que se suma a la serie Hipster Ale que Jeppe lleva dedicando a unos cuantos barrios de diferentes ciudades de alrededor del mundo: Williamsburg en NY, Trastevere en Roma, Istetgade en Copenhagen, Södermalm en Estocolmo… Y ésta en concreto que voy a comentar, la elaborada en las instalaciones de Naparbier, va dedicada al barrio del Raval de Barcelona: El Raval Hipster Ale. Se trata de una American Pale Ale con 5,5%, de aspecto ambarino claro, muy limpia también y brillante, carbonatación evidente pero de burbujas pequeñísimas, y espuma de color blanco apagado con buena retención. En nariz ofrece notas a fruta tropical, florales y cítricas así como un punto ligerísimamente especiado. En boca posee una entrada fácil, con las susodichas notas a fruta tropical (mango, fruta de la pasión…) pero aparecen unas notas herbales que toman el protagonismo. Fondo ligeramente dulzón que aporta algo de equilibrio a un amargor pronunciado que no descontrolado. Cuerpo medio-bajo y carbonatación bien integrada. En conclusión, una cerveza con nariz sugerente, boca fresca y lupulada pero de trago fácil.

Tras la gratísima impresión causada con éstas dos cervezas, no me queda otra que felicitar a la gente de Naparbier al apostar por algunas elaboraciones más arriesgadas y de menor público sin dejar de lado cervezas como la Pilsner y la Dunkel. ¡Mi más sincera enhorabuena, chicos! Tampoco me puedo olvidar de agradecer a Jeppe el que decidiera apostar por una micro de aquí para sacarse esta joyita ni de Ramón de Cervezalandia por aportar su granito de arena para que esto fuera así.