28 nov 2013

La carta ideal: Conclusiones.


Tal y como os prometí el lunes de la semana pasada, hoy jueves 28 vamos con el resumen de las opiniones que dio de sí el post dedicado a pensar en una "carta ideal" para una buena cervecería. Pero antes os quiero dar las gracias a todos los que participasteis comentando y también compartiendo el post a través de las redes sociales. A todos, de verdad, muchas, muchísimas gracias.



- BLOQUE 1. VALORACIÓN DE LAS CARTAS EXISTENTES -

1) ¿Cómo valorarías las cartas de las cervecerías que sueles frecuentar?

Los votos se decantaron por dos opciones muy claras: 12.5 votos (12 y un indeciso) para la opción “Básicas” y 9 (7 y 2 indecisos) para “Buenas”. Hubo un voto para "Muy buenas" y otro para "Deficientes". Haciendo la media nos saldría para un “Bien” raspadito o un “Sufi” alto. Sin duda hay bares que tengan buenas cartas pero por lo visto la mayoría “necesitan mejorar”.


Personalmente (ya que aún no había dado mi voto) me decanto por definir la mayoría de cartas como "Básicas". Salvando algunas excepciones la gran mayoría de locales tienen cartas muy mejorables en organización, formato, falta de información o la que se tiene es en parte errónea...

2) Problemas más comunes que te has encontrado en las cartas.

Las dos respuestas mayoritarias fueron los problemas de falta de información, con 20 votos, y que la carta esté sin actualizar, con 18. Luego con 9 y 7 votos respectivamente la gente votó que la información de las cartas suele ser imprecisa o errónea y que las pizarras son difíciles de ver o están escritas con letra incomprensible. Finalmente también tienen un voto cada uno de los siguientes problemas: las cartas tienen muchas opciones sin orden alguno; cartas en mal estado (rotas o sucias); y alguien aportó que no encuentra ningún problema.

A nivel personal los problemas más comunes que he encontrado son también la falta de información, que ésta sea errónea y que esté sin actualizar.


- BLOQUE 2. PREFERENCIAS SOBRE LA CARTA -

3) Formato de carta preferido.

En este caso ha habido una opción claramente ganadora y es la pizarra clásica, con 14 votos, aunque dos de ellos la complementarían con una carta en papel para informar de novedades y ampliar información.

La segunda opción, con 7 votos ha sido la carta en papel, uno de ellos argumentando que las pizarras no se ven desde todo el local y otro no descarta tampoco la pizarra clásica por su punto romántico. La opción de carta electrónica solo ha recibido 3 votos.

Personalmente me decantaría por una buena carta en papel o en formato electrónico pero que puedas tener a mano, no colgada en una pared. No frecuento bares con mucha frecuencia (sea porque no tengo muchos cerca o porque soy más de beber en casa) pero cuando voy a un bar es para disfrutar de una experiencia lo más completa posible y una pizarra clásica, aunque sea muy romántica, se me queda muy corta para información y glosarios accesorios.

4) Carta organizada por...

Esta vez vuelve a haber una opción claramente ganadora y es la de organizar las cartas por estilos (14 votos). En un segundo escalafón y muy igualadas quedan las opciones de clasificar una carta por países (6 votos) y por la cervecería productora (4 votos).

Un comentario apunta a que con el formato de carta electrónico cada cual podría organizar la carta a su gusto, y otro comentario apunta a la dificultad de situar algunas veces una cerveza en uno u otro estilo.


Personalmente estaría por clasificar por países aunque es cierto que hoy en día los países no son tan indicativos de un tipo u otro de cerveza como hace unos años y hay mucha influencia por parte de estilos americanos o de base británica. Pero cuando busco cierto tipo de cerveza prefiero ir a un país y luego sumergirme en las distintas opciones que tenga cada cervecera.

5) Información imprescindible sobre cada cerveza.

En este caso la mayoría de la gente ha elegido casi todas las opciones, aunque consideran imprescindible (con 20 o más votos) que en la carta esté detallado el nombre de la cerveza y del productor, el estilo, el precio, el alcohol y el volumen de la botella o de lo servido de barril.

También destacable, con 15 votos, la gente votó la necesidad de que aparezca el país de producción, 13 consideran necesario tener las características técnicas (IBUs, SRM...), 9 querrían una descripción propia del local y finalmente van 6 votos para la descripción comercial.

Algunos añaden como extra: tener foto de la cerveza actualizada, indicar el formato de vaso, la temperatura ideal de consumo, maridaje recomendado y las calorías que aporta.

Personalmente también elegiría todas las anteriores opciones, aunque el nombre, estilo, alcohol, país y precio me parecen totalmente imprescindibles.

6. Extras de la carta...

La mayoría (18 votos) querrían que la carta tuviera un apartado de cervezas vintage o envejecidas. En un segundo escalafón (con 14 votos) estarían las opciones de las recomendaciones o la posibilidad de ofrecer pequeñas degustaciones en el caso de botellas grandes o caras. Cerca y con 12 votos se quedan el ofrecer cervezas en oferta o rebajadas por estar próximas a la fecha de consumo preferente, y que se informe de los próximos eventos. Un poco más lejos queda con 8 votos el añadir glosarios (aunque hay numerosos comentarios que dicen que una carta no es el espacio para ello), y como recomendación hay un voto para que se den consejos sobre maridajes.


Personalmente creo que una cervecería que quiera desmarcarse debería tener una hoja a parte con las cervezas vintage, aunque también veo interesante ofrecer la opción de las pequeñas degustaciones para las cervezas caras y de gran volumen. Las recomendaciones mejor se las pregunto al que lleva bar, y los próximos eventos creo que hay otras partes del local mejores para ese uso como pizarras accesorias, paredes…


- BLOQUE 3. TIEMPO DE OPINIÓN -

7) Soluciones para mantener actualizada una carta extensa y en continua rotación.

La gente se ha mostrado muy participativa y a continuación tenéis un resumen de las recomendaciones:

- No tener un número exagerado de referencias.
- Tener las referencias fijas en una carta al uso y las novedades en otro lugar (anexo, pizarras...).
- Actualizarla continuamente, es la herramienta de venta. Online es más fácil de hacer y menos costosa.
- Si con frecuencia clientes te piden cervezas que no tienes es hora de actualizar.
- Contar con camareros bien informados.
- Apostar más por barriles que por botellas y rotar habitualmente (más fácil de tener actualizado) y dejar solo carta en papel para rarezas y envejecidas. Para rotar barriles que llevan tiempo pinchados, bajar precios según avanzan los días.
- En las cartas en papel simplemente tachar cuando se termine la cerveza e imprimir nuevo folio con novedades.
- Informar de las actualizaciones a través de redes sociales.


8) ¿Existe algún bar que tenga alguna lo más parecido a tu carta ideal?

Por un lado hay unos cuantos insatisfechos que no han encontrado ningún bar con la carta que les gustaría, pero por otro lado algunos mencionan que pese a no haber ningún bar con su carta ideal tampoco les quita el sueño. En cuanto a los que se han mojado han salido diferentes nombres tanto de la península (BierCaB, Gades Beer, Drunk Monk, Animal, Manneken Beer) como de fuera (Beer Temple, Delirium Café, Ma che siete venuti a fà, Akkurat).

Personalmente también soy algo inconformista y creo que en esta vida siempre se puede mejorar, aunque a la hora de la verdad también soy muy fácil de contentar y con buena compañía y buen ambiente me sirve casi cualquier bar. Pero si nos centramos en lo que he podido visitar, quizás lo más cercano a una carta ideal sería la carta enciclopédica en papel del Drunk Monk de Mataró y la pizarra electrónica del BierCaB de Barcelona. Hay muchos más bares que tienen cartas cuidadas pero en mi opinión les falta más mimo y dedicación.

---

Y esto es todo, que no es poco... Espero que resulte de interés para quienes están al otro lado de la barra y quieran mejorar su carta. De nuevo, muchas gracias a todos por vuestra participación y difusión.


P.D. Me voy al bar de la esquina a desquitarme de todo el trabajazo que me ha dado este post... ¡Ups! ¡¡Pero si no tienen más que Amstel de barril !!! ;)

25 nov 2013

¿Cuántas calorías tiene mi cerveza?


Cuando falta poco para que empiece la temporada fuerte de turrones, polvorones, roscones, mazapanes, tortas (¡anda, algo que no termina en “–nes”!) y demás ejemplos de repostería típica navideña, y como seguro que más de uno (y una) estáis por la labor de cuidar vuestra línea os adjunto la siguiente calculadora de calorías de cerveza que me topé hace poco en esta web estadounidense.


El proceso para calcular las calorías es muy sencillo:

1. Elegís el contenido alcohólico de la cerveza que vayáis a beber.


2. Marcáis la cantidad en onzas fluidas (12 onzas = 35 cl. / 16,9 fl.oz. = 50 cl. / 20 fl. Oz = 60 cl.).


3. Le dais al “skip” para evitar un torrente en forma de spam y… voilà, ¡recuento hecho!


Aunque no deja de ser un dato poco exacto por varias razones, ya diréis si os sirve la aplicación porque lo que es a mi no me hace ninguna falta con el tipín envidiable que tengo… ;)

18 nov 2013

La carta ideal para una buena cervecería.


Ya hace bastante del último post de “Las Reflexiones de un Hophead” pero hace unos días me topé con algo muy interesante que trataba sobre el tema de las preferencias de los consumidores estadounidenses con respecto a las cartas de cerveza de sus bares. Así que tras darle unas vueltas, ampliar algunos puntos y añadir otros nuevos pensé en publicarlo por si pudiera ser de interés para quienes están detrás de la barra currándoselo día a día por ofrecernos lo mejor.

Así que a continuación os dejo tres bloques con un total de 6 preguntas para responder tipo test con una o varias opciones y dos preguntas extra opcionales para aquellos que dispongan de más de tiempo.

- VALORACIÓN DE LAS CARTAS EXISTENTES -

1) ¿Cómo valorarías las cartas de las cervecerías que sueles frecuentar? (una sola respuesta)
a – Muy buenas.
b – Buenas.
c – Básicas.
d – Deficientes.
e – Muy deficientes.

2) Problemas más comunes que te has encontrado en las cartas. (una o más respuestas)
a - Información insuficiente (faltan precios, características técnicas, estilos, fabricantes…).
b - Información imprecisa / errónea.
c – Carta sin actualizar.
d – Pizarras difíciles de ver o escritas con letra incomprensible.
e - Carta en papel en mal estado, borrosa, sucia o rota.
f - Otros (especificar).

- CÓMO TE GUSTAN LAS CARTAS -

3) Formato preferido de carta: (una sola respuesta)
a – Papel.
b – Pizarra clásica.
c – Formato electrónico.
d – Otros (especificar).

4) Prefieres tener la carta organizada por: (una sola respuesta)
a – Estilos.
b – Cerveceras.
c – Países.
d – Nombre de la cerveza.
e - Otros (especificar).

5) Información que te gustaría tener detallada sobre cada cerveza. (una o más respuestas)
a - Nombre de la cerveza.
b - Nombre de la cervecera.
c – Estilo.
d – Precio.
e - Contenido alcohólico.
f - Características técnicas (IBU, SRM, tipos de maltas o lúpulos, densidades...).
g - Volumen de la botella o tamaño servido de barril.
h - Localización o país de la cervecera.
i - Descripción comercial.
j - Descripción propia.
k – Otros (especificar).

6) Extras que te gustaría que contuviera la carta. (una o más respuestas)
a – Apartado de cervezas "vintage" / envejecidas.
b – Cervezas rebajadas de precio por estar próximas (o fuera) de la fecha de consumo preferente.
c – Recomendaciones u ofertas del bar (semanales, mensuales…).
d- Sección con cervezas para pedir en pequeñas degustaciones (por ser cervezas muy caras o embotelladas en grandes volúmenes).
e – Glosario de estilos, términos cerveceros, vasos…
f – Próximos eventos en el bar.
g – Otros (especificar).

- TIEMPO DE OPINIÓN -

7) Para terminar, ¿qué solución ofreces para mantener actualizada una carta de cervezas extensa y con continuas novedades?

8) ¿Existe algún bar que tenga alguna lo más parecido a tu carta ideal?



Foto del Beer Temple de Amsterdam tomada de aquí.

Y ahora es vuestro turno ya que sin vosotros este post no tiene ningún sentido. Así que más que nunca os pido vuestra participación y colaboración tanto a través de un comentario como también compartiéndolo en vuestras redes sociales para que llegue al máximo de gente posible.


El jueves 28 (dentro de semana y media) sacaré un resumen con los resultados obtenidos. Muchas gracias a todos por vuestra participación. Y recordad, todo sea por la calidad de nuestros bares!

14 nov 2013

Viaje por Baviera (5): excursión a Weltenburg


Hoy la protagonista del blog es ni más ni menos que la abadía de Weltenburg, un auténtico paraíso terrenal escondido cerca de Kelheim, al norte de la región de Hallertau, la también conocida como Hopfenland o cuna del lúpulo alemán.

 Imágenes tomadas de aquí y aquí.

Una hora de carretera fue suficiente para dejar Munich atrás y adentrarnos en Hopfeland, una visita que tenía pendiente repetir después que hace unos años estuviéramos por allí y no pudiésemos parar por ir en bus. Tras admirar bien de cerca los campos de lúpulos, con cierta pena ya que unas tormentas primaverales habían retrasado el crecimiento o directamente habían echado a perder gran parte de la producción, y tras las fotos pertinentes, proseguimos nuestro camino hasta Kelheim.

Otro "tick" en el listín de cosas
que hacer antes de morir...

Antes de llegar a la abadía, y como tampoco nos desplazaba mucho de nuestra ruta, paramos brevemente a admirar la peculiar torre de la cervecería Kuchlbauer, para continuar, ahora ya sin más demora, hasta nuestro ansiado destino.


Llegamos a la abadía de Weltenburg poco antes de las 10 de la mañana, hora más propia para disfrutar de cualquier cosa menos de un buen zumo de cebada, pero ya se sabe que estos viajes son para dar rienda suelta a ciertos excesos y si eran tan tentadores como las cervezas Weltenburg, pues bienvenidos sean…


El entorno era realmente alucinante, con el río Danubio formando un meandro en el extremo del cual se situaba la abadía, la fábrica y también un enorme biergarten pegado a una bonita playa fluvial.


Lo cierto es que de buenas a primeras me sorprendió bastante ver el "pitoste" que había allí montado. No es que me esperara encontrar monjes de clausura elaborando cerveza rodeados de un silencio sepulcral solo roto por el cantar de cuatro pajarillos y el sonido de los árboles balanceados por el viento, pero es que ver tanta sombrilla de color azul, con más de 10 camareras (sí, de aquellas estilo “tanque con falda” de Salzburgo) corriendo arriba y abajo sirviendo a hordas de sedientos parroquianos, pues tampoco se acercaba a la imagen previa que había idealizado. Lo bueno es que pese a la multitud, el ambiente se alejaba bastante del típico griterío que solemos “disfrutar” en muchos de nuestros bares y terrazas.

Una vez sentados en una de esas mesas de madera bien molonas en las que muchas veces compartes charla (y en ocasiones también comida) con desconocidos, nos hicimos nuestro rincón y nos dispusimos a disfrutar del almuerzo a nuestro aire. Y vaya si lo conseguimos…

Sabíamos que no podíamos abusar por la jornada que nos esperaba (ver al final) pero aún así nos pedimos un triplete formado Barock Dunkel, Hefeweisse y Asam Bock, las tres de barril.

Tanto la Barock como sobretodo la Asam
fueron de las mejores cervezas del viaje.

Para comer nos dejamos recomendar por Diego y nos pedimos el típico desayuno bávaro a base de salchichas blancas hervidas (en lugar de a la plancha o a la brasa) y servidas con agua tibia en un recipiente tipo cerámica, además de unos pretzel y evidentemente unas cervezas. También pedimos una especie de revuelto de queso cuyo nombre me dejé sin apuntar y que sin estar mal tampoco nos entusiasmó.


El festín matutino...


En pleno éxtasis y a pesar de lo que nos esperaba para el resto del día, no pudimos evitar pedirnos otra ronda esta vez monopolizada por la maravillosa Asam Bock. Aún eran las 11.30h, pero con los horarios europeos uno termina comiendo (y bebiendo) casi a cualquier hora…


Y un tanto exaltados por tan ricos elixires monásticos nos fuimos hacia el coche con la parada del día en mente, Regensburg, donde nos esperaba esa jornada maratoniana que os relaté en el anterior post del viaje. Un día realmente intenso y repleto de grandes momentos gracias especialmente a haberla podido disfrutar en compañía del buen amigo Diego. Sin duda os recomiendo muy mucho que si viajáis a Baviera no os perdáis la visita a esta abadía. Palabra que no os arrepentiréis.

11 nov 2013

La cosa va de cervezas y pimientos…


Hoy quiero compartir con vosotros un post algo distinto a lo habitual ya que el que el protagonista, como bien anticipa el título del post, es ni más ni menos que el pimiento. ¿Que por qué? ¿Y por qué no? Puede que todavía sean un tanto exóticas de ver, pero cada vez son más las referencias que incorporan diferentes variedades de pimientos en su elaboración y cada día tienen más seguidores. El mundo de los pimientos es verdaderamente amplio y si a eso le sumamos la gran variedad de cervezas que se pueden elaborar nos encontramos con un gran abanico de posibilidades por explorar.

Botánicamente hablando, los chiles (nombre genérico utilizado principalmente en Sudamérica para todos los pimientos, tanto las variedades picantes como las no picantes) pertenecen al género Capsicum y dentro de este se encuentran también los ajíes, los pimientos y las guindillas. Todos ellos proceden de América, aunque hayan proliferado todo tipo de variedades por todo el mundo después de su llegada a Europa. Algunas variedades de Capsicum son picantes por contener una sustancia química llamada capsaicina o algunos derivados de esta, conocidos comúnmente como capsaicinoides. Una mayor cantidad de estas sustancias en el fruto provocará una mayor sensación de picante al ponerlo en la boca y existe una unidad para medir la intensidad del picor de los chiles y pimientos, llamada Scoville (SHU). Los chiles conocidos hasta el momento se mueven entre los cero Scoville para las variedades no picantes y los más de un millón de Scoville para las variedades más fuertes del mercado.

Ya las primeras sociedades precolombinas elaboraban una bebida fermentada a base de pulpa de cacao a la que añadían chiles, resultando una bebida bastante amarga y picante y que solía ser tomada por la realeza o en ocasiones especiales. Aun hoy en día, es común en la gastronomía tradicional mexicana mezclar chocolate y chiles, como ocurre por ejemplo en el mole poblano, uno de los platos emblema de este país. Con estos precedentes no es de extrañar que muchos hayan querido experimentar con los sabores de las maltas, el chile y el chocolate para la elaboración de más de una cerveza. En esta línea está una de las Ancient Ales de Dogfish Head de la cual os hablamos hace un tiempo por aquí y que se asemejaría a esa bebida con cacao que bebían los mayas.


Sin duda alguna y como era de esperar, uno de los países en los que más se ha experimentado con la mezcla de cacao y chiles en la cerveza es Estados Unidos. A continuación tenéis varios ejemplos en los que chile y cerveza van unidos de la mano.

La conocida cervecera Clown Shoes por ejemplo los utiliza en su cerveza Chocolate sombrero. Concretamente, en su elaboración se utilizan maltas oscuras, canela, vainilla, chocolate y chiles ancho. Este tipo de chile no contiene mucha capsaicina, por lo que no es muy picante.


Twisted Pine, en Colorado, elabora Ghost Face Killah, una cerveza que mezcla hasta seis variedades de chiles picantes, entre los cuales se encuentra el tan temido Ghost Pepper, uno de los chiles más picantes del planeta hasta el punto que durante la elaboración de la cerveza los cerveceros tuvieron que usar máscaras y guantes. Los otros cinco chiles son Serrano, Jalapeño, Habanero, Fresno y Anaheim.


Otra curiosa elaboración nos llega desde Texas, en donde la cervecera No label ha creado Don Jalapeño ale. A diferencia de muchas otras cerveceras que eligen maltas torrefactas como acompañamiento del chile, en este caso los chiles jalapeños frescos y secos se añaden a una APA con dry hopping de Cascade. El Jalapeño puede que sea uno de los chiles más conocidos y más cultivados en el mundo, su nivel de capsaicina puede variar pero la intensidad del picante suele ser media.


No es menos interesante la cerveza Cocoa Mole Ale, elaborada por New Belgium. Para su factura se han usado maltas pale y chocolate y se han añadido también cacao y chiles Ancho, Guajillo y Chipotle desecados que le proporcionan un sabor picante suave y sobretodo ahumado. En este caso más que etiqueta, el cuidado diseño es una serigrafía que rodea toda la botella


También merece la pena mencionar la cerveza El Mole del Ocho elaborada en la cervecera New Holland que intenta emular el sabor de la salsa del mole poblano utilizando chiles secos en su elaboración. Estaréis conmigo en que solo por la etiqueta ya valía la pena nombrarla.


Otra conocida cervecera estadounidense que elabora una cerveza con chile y chocolate es Samuel Adams, la llamada The Vixen Chocolate Chili Bock. Entre los ingredientes de esta peculiar cerveza encontramos cacao, canela y chiles chipotle, siendo la única bock que lleva chiles entre sus ingredientes.


No podríamos tampoco dejar fuera la Viva Habanera de Night Shift Brewing, una cerveza de centeno fermentada con levadura belga y a la que se le añaden chiles habaneros y néctar de agave. Aunque hay muchos tipos de chiles habaneros, estos siempre están entre los más picantes, posiblemente este es el motivo por el que le añaden el néctar de agave, que ya utilizaban los antiguos mayas para suavizar el fuerte sabor de sus brebajes.


Tampoco podía faltar en esta lista la Cave Creek Chili beer, que desde el año 2008 se elabora en México. En este caso se trata de una cerveza con maltas pale que lleva un chile directamente en su interior. Aunque me parece a mí que en este caso el tema del chile es más cuestión de marketing que de sabor…


Pero no solo los estadounidenses han experimentado con este tipo de ingrediente. Ya hace tiempo que se elabora la danesa Mikkeller Texas Ranger y en este tiempo han salido muchas variedades de la misma en la que aparte de añadirle chiles chipotle tiene otros ingredientes o un paso por barrica, como por ejemplo frambuesa, cacao o vainilla o paso por barricas de Islay o Speyside. A continuación tenéis la etiqueta primigenia, mucho mejor que la nueva con su aburrido color beige.


Pero sin ir tan lejos también podemos encontrar arriesgadas elaboraciones en las que los chiles o pimientos son los ingredientes protagonistas. Una de las más conocidas es la Naparbier Pumpkin Tzar, una imperial stout con chiles habaneros y calabaza de la que también os hablamos en su momento.


Otra elaboración que lleva tiempo en el mercado es la Moon Verata una lager que lleva añadido Pimentón de la Vera. Este tipo de pimentón se consigue moliendo diferentes tipos de pimientos rojos extremeños después de ser secados al humo. Proporcionan por tanto un sabor ahumado pero no picante, a excepción del que se elabora con la variedad Jeromín.


Y para finalizar, también los navarros Sesma Brewing (La Petra) tienen una cerveza que hace referencia al pimiento aunque no contenga nada de este vegetal. Me refiero a la “Vol.2: El Pimiento”, una amber ale que rinde homenaje a las mujeres que trabajan pelando pimientos de Lodosa, pueblo cercano a Sesma, de donde son los fundadores de esta micro.




Y hasta aquí llega nuestro particular recorrido por las cervezas con diferentes variantes de pimientos. Por supuesto que existen muchas más e interesantes propuestas en el mercado y esperemos que muchas otras mejores estén por venir. Y vosotros, ¿sois partidarios de estas arriesgadas mezclas o por el contrario os horrorizáis al encontrar recuerdos de este picante vegetal? ¿Alguna sugerencia que no hayamos recogido y merezca la pena ser probada? 

4 nov 2013

Viaje por Baviera (4): excursión a Regensburg.


Tras la tregua “obligada” por diferentes eventos y aniversarios (San Lúpulo, Biercab, #MBC, Oktoberfest…), retomamos los post del viaje por Baviera con la crónica de nuestro paso por Regensburg, una ciudad con mucha magia, patrimonio de la humanidad por su bien conservado casco histórico, situada a los pies de la selva bávara y en el punto más septentrional por donde pasa el río Danubio.

Nos plantamos en la ciudad, junto con el amigo Diego, poco después de las 12.30 y tras parar previamente en Hopfenland y las cerveceras Kuchlbauer y Weltenburg. Las buenas cervezuelas previas y el ambiente vivido de camino en el coche (Queen es un seguro de vida siempre en carretera…) junto al tiempazo de escándalo que nos salió requerían de una buena cerveza para no perder el tono así que empezamos con la fábrica más antigua de la ciudad, la Spitalbrauerei, situada en una de las islas al norte del centro histórico y pegada al famoso puente de piedra que cruza el Danubio, obra que desgraciadamente estaba en restauración en ese momento*.


Puestos a elegir nos decantamos por el clásico triplete alemán: helles, dunkel y weizen, todas (cómo no) de medio litro y a un módico precio de 3€ la unidad. En cuanto al contenido, la helles y la weizen cumplieron justillas y sin muchas florituras pero la dunkel se desmarcó de sus hermanas con un punto más de sabor.

Tras admirar la panorámica desde el puente decidimos adentrarnos en el centro, parando primero a llenar el estómago para amortiguar tanto lo que llevábamos ya encima como lo que nos quedaba por delante…

Disfrutar de la panorámica que ofrece este puente construido
en el año 1135 es toda una experiencia.

Nuestra elección para comer (o más bien la del Lonely Planet) fue el Historische Würstküche, un must para disfrutar de salchichas a la brasa. Para beber nos lanzamos con otra ronda del triplete rubia/negra/trigueña de la Jacob Familienbrauerei, una cervecera situada a unos 25km al nordeste de Regensburg. En este caso la weizen estaba realmente muy rica, muy sabrosa y refrescante como toca para el estilo pero sin toques metálicos ni burbuja molesta como en la Spital. Una pena que la dunkel y la helles no estuvieran a su nivel.

Un buen festín.

Lo cierto es que ya sea por estar disfrutando de las sabrosas salchichas a la orilla del río Danubio como sencillamente por pura hambre, estas no tardaron en esfumarse del plato, tras lo cual continuamos nuestra particular ronda birrera paseando por el tranquilo centro para llegar a nuestra siguiente parada, la Kneitinger Brauerei.


El local era muy peculiar, como una especie de patio-galería cubierta de cristal y con mucha madera y piedra en las paredes y mobiliario. Lo mejor, disfrutar del ambientazo que daba un grupo de jóvenes bávaros, todos ellos ataviados con el típico pantalón de cuero marrón y camisa a cuadros, y comiéndose unos codillos de tamaño colosal por cabeza. Pero centrándonos en la cerveza, a ver si adivináis cuáles fueron los estilos de las elegidas… ¡Bingo! Otra vez helles y dunkel (esta vez se cayó la weizen por falta de espacio físico en nuestras entrañas…). En este caso la helles fue una muy grata sorpresa, con un punto herbal fresco y a limón, y una base suave de cereal, con una carbonatación muy justita. Para tomar a litros (aunque quizás ese día menos…).


Nuestra estancia por Regensburg iba tocando a su fin pero antes de dirigirnos a nuestro último local nos cruzamos con varios edificios preciosos, entre los cuales destacaría la abadía de Sankt Emmeram, cuyos interiores nos dejaron gratísimamente sorprendidos. Y es que no iba a ser todo cerveza…

Que no os engañen los exteriores de este edificio.
Lo mejor está a buen recaudo…

Como decía nos dirigimos a nuestro último local, la Furstliches Brauhaus, bastante apartado del resto y donde, cosas de la vida, estaba todo revuelto por la preparación de una boda que iba a celebrarse esa misma noche. Así que ni el servicio ni el disfrute de la última cerveza fue el esperado. Aún así y un poco a regañadientes la camarera se animó a servirnos dos medias maß de su dunkel y su helles (¿acaso os esperabais algún otro estilo?) aunque permitidme la licencia que tras tantas cervezas las conclusiones al respecto fueran un tanto nubladas… ;)

Las susodichas…

Y ya de camino al coche nos topamos el Getränkemarkt Frizzz, uno de esos hipermercados (en este caso muy pequeñito) únicamente de bebidas y en el cual no encontramos muchas rarezas pero si pudimos aprovisionarnos con algunas botellas para rellenar una bodega que, para ser sincero, más que menguar no paraba de aumentar peligrosamente…

Y con este getränke dimos por finalizada nuestra excursión a esta bonita y apacible ciudad. A los que tengáis pensado viajar hasta aquí os recomendaría que os tomaseis la visita con más tiempo para poder adentraros en la selva Bávara y visitar alguno de los bonitos pueblecitos de la ruta del vidrio que lindan con la frontera checa. En nuestro caso esto último se tuvo que quedar en el tintero ya que el cansancio después de una semana empezaba a hacer mella y todavía nos faltaba otra semana más de disfrute por tierras bávaras.

Junto al Danubio, Regensburg es fotogénica
como pocas ciudades bávaras
.


* Si visitáis tanto Baviera como el resto de Alemania en verano que no os sorprendan las obras, por lo visto uno de los hobbies veraniegos de los alemanes. Y si tenéis pensado moveros en coche como hicimos nosotros, armaros de paciencia (mucha, mucha, mucha…) porque os esperan horas de interminables atascos por las frecuentes obras de mantenimiento de sus estupendas, las cosas como sean, carreteras.