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16 may 2010

Lúpulos en el Lago Michigan.

Allá por el año 1990, en la maravillosa región de los grandes lagos de Norteamérica, más concretamente en la ciudad de Holland (estado de Michigan), se encontraban Mike Stevens y Dave Engbers, dos estudiantes a punto de graduarse y de abandonar la vida universitaria. Años después, insatisfechos con su situación laboral, decidieron embarcarse en la aventura de crear una fábrica de cerveza, su verdadera pasión desde hacía muchos años. Así, en 1997 montaron una fábrica con una taberna pegada a ella, en un viejo edificio en ruinas de la ciudad de Grand Rapids. Pero inicialmente el negocio no iba bien ya que según ellos las cervezas tampoco eran nada del otro mundo. A punto de entrar en bancarrota, decidieron romper con las cervezas artesanales existentes por ese entonces y apostaron por cervezas con mayor cuerpo, aroma y complejidad. Experimentaron con diferentes ingredientes (chocolate, café, miel, frutas, verduras, especias, etc.) y las ventas empezaron a dispararse. Consecuencia de esto, en 2007 decidieron trasladarse al centro de la ciudad y ampliaron las instalaciones. En la actualidad están muy consolidados y llevan en cartera unas 15 cervezas (5 todo el año, 3 estacionales y 7 especialidades).

Hoy os voy a comentar una de sus cervezas, la Founders Centennial IPA (7,2% de alcohol, 35,5 cl). En aspecto posee un bonito color anaranjado oscuro, turbidez media y una espuma color beige duradera y compacta. En nariz posee esas esperables notas lupuladas penetrantes de las IPA, en este caso cítricas, florales, con un punto picante y herbal. Casi al final se perciben, además, algunas notas a fruta madura. Ya en boca posee una entrada chispeante y seguidamente aparecen unas notas cítricas muy apetecibles y otras florales (como a colonia de violetas). Amargor media, menos explosiva de lo que daba a entender en nariz, cosa que la hace más fácil de tomar (esto no quita que tenga un buen cuerpo, ni mucho menos). Además, se perciben unas leves notas dulces. Final seco y levemente alcohólico.

Otra IPA estadounidense al bolsillo. Como os decía el otro día, cuántas más IPAs tomo, más adicto me vuelvo a ellas… Si es que tanto lúpulo no puede ser bueno…

12 may 2010

Nos vamos a surfear lúpulos…

Cada otoño, en San Diego (California), experimentan la formación de grandes mareas (de más de 8 metros de diferencia en altura entre la pleamar y la bajamar), lo cual se conoce por el nombre de Super High Tide (traducido literalmente sería algo así como “superpleamar”). Es por tanto una época en la que llegan surferos de todo el mundo al acecho de cualquier pequeño cambio en las corrientes para lanzarse a por las mejores olas. Dedicada a todo esto va la cerveza de temporada que voy a comentaros hoy: la Port Brewing High Tide Fresh Hop IPA (6,5% de alcohol y 65cl vol.).

Ésta se elabora una sola vez al año, coincidiendo con la cosecha de lúpulo de Yakima, en el noroeste de EEUU . Se usan 180 libras (aprox. 81 Kg.) de lúpulos frescos Centennial y Chinook, a los cuales se les evita cualquier secado para poder obtener matices difícilmente alcanzables de otro modo. Además también se emplean pellets de lúpulo Amarillo. Una vez elaborada, y coincidiendo con esa Super High Tide de finales de otoño, sale al mercado.

En cuanto a la cata propiamente dicha, se trata de una cerveza de color dorado con reflejos anaranjados, turbidez media y una espuma blanca muy compacta y persistente. En nariz se muestra muy sugerente y refrescante, con notas cítricas y afrutadas junto con otras más florales (leves recuerdos de jazmín) y unas profundas e intensas notas lupuladas herbales/picantes. Realmente espectacular. Ya en boca entra chispeante y refrescante por la carbonatación, una sensación que se ve potenciada por los lúpulos. Las notas en boca van en consonancia con las citadas anteriormente en nariz. Destacar que pese a la sensación lupulada relativamente potente percibida en nariz, en boca se deja tomar mejor de lo esperable (no es una típica bomba de lúpulos “quemagargantas”, para entendernos), eso sí, a pesar de esto merece la pena ir paladeándola sorbo a sorbo, disfrutando de todos sus matices. ¡Ojalá tuviera un montón de cajas de esta cerveza para ir tomándola a todas horas, y más con el calor que viene de camino!

Como curiosidad, y a pesar del nombre de este blog, hace un tiempo tenía cierto respeto a las IPA, pero cada vez más estoy quedando gratamente sorprendido con lo espectaculares que pueden llegar a ser estas. De hecho, en la actualidad se han convertido sin duda alguna en uno de mis estilos de cerveza favoritos.