1 mar 2011

Joyas de papel.

No creo que haya muchos que a estas alturas aún desconozcan mi afición (o más bien casi obsesión) por esas pequeñas joyas de papel que son las etiquetas de cerveza. Unas creaciones interesantes (siempre hay excepciones…) que engalanan las botellas además de cumplir la función básica informativa. Son esas pequeñas maravillas que muchas veces te seducen hacia una compra casi compulsiva sin a penas pensar en precios, estilos y demás características. Los que sean coleccionistas ya saben a lo que me refiero.

Quizás aquellos más reacios a amasar dentro de sus casas todo tipo de “cachivaches inservibles” les cueste entender que unas etiquetas, chapas, posavasos o tantísimos otros objetos de breweriana (la lista es casi interminable), puedan determinar una compra en perjuicio de otras cervezas sobre el papel más interesantes.

Si, quizás no son pocos los que afirman tan categóricamente aquello de "yo me limito a comprar una cerveza únicamente por su contenido". Pero pensándolo bien, ¿quién no se ha dejado llevar alguna vez por una marca conocida a la hora de elegir alguna cerveza simplemente porque otras de la misma le gustaron en su momento? ¿Y quien no se ha tomado alguna vez una cerveza por ser de su pueblo/región/zona cuando sabía de antemano que probablemente no sería un elixir de los dioses? ¿O a caso tampoco os habéis tomado una cerveza porque os la recomendó un amigo, familiar o conocido?

Si, ya se que todo esto, al igual que las etiquetas de cerveza, en realidad no debería influir lo más mínimo en la decisión de tomar o comprar una cerveza, pero no son pocas las ocasiones en las que esto ocurre, al menos en mi caso.

Para mí (y supongo que para la mayoría que podáis estar leyendo esto) el hecho de tomarme una cerveza es un momento de puro placer, así que ¿qué hay de malo en dejarse llevar por todas aquellas pequeñas cosas, como diría un sabio, que rodean a nuestra preciada espumosa? Total, si el contenido falla, siempre nos quedará la etiqueta…

Por cierto, con tanto entusiasmo casi se me olvida que desde hoy en adelante, con la misma intermitencia que caracteriza otras secciones del blog, hemos pensado en inaugurar otra sección con un nombre de lo más original que os hayáis encontrado nunca: Etiquetas de cerveza (por cierto, Fivixx, esto de uno u otro modo es un homenaje a tu estupendo blog). En ella comentaremos brevemente algunas cerveceras interesantes y/o poco conocidas (al menos para nosotros) cuyo factor común será, además de unos productos atractivos, el tener unas etiquetas realmente curiosas, elegantes, o simplemente distintas o más trabajadas de lo habitual. Como siempre, ya sabéis que cualquier idea en los comentarios o por el correo será bienvenida.

5 comentarios:

  1. Echo a faltar alguna foto Pau!!!!

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  2. Yo colecciono también, aunque no compulsivamente. Sobretodo guardo aquellas que me he bebido y he procurado conseguir alguna curiosa de cerveceras madrileñas , como Mahou o la desaparecida Águila.

    La verdad es que tiene su aquel todo esto de despegar, clasificar y demás

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  3. Txema, era por hacerlo un poco soso y no anticipar las etiquetas chulísimas que he encontrado buscando información sobre varias cerveceras... Paciencia que todo se andará...jeje!

    Txolo, pues ya que estamos, si te sobra cualquier cosita, sobretodo del Águila, ya sabes de uno interesado... Sobre si es o no compulsivo, la verdad que cuando mires a tu alrededor y siempre haya alguna etiqueta por el medio entonces preocúpate...jeje! Yo ya no tengo fácil solución!! Preguntale al Dr. Panxot si lo puede solucionar esto...jajaja!

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  4. Nos tendrías que comentar tus trucos para sacar etiquetas demasiado apegadas a su lugar de residencia,porque vaya tela, he hecho una cantidad de destrozos impresionante

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  5. Txolo, mejor los trucos me los guardo para mí... jajaja! Tu dame las botellas y si eso ya hablamos...jajaja! Es coña hombre... Sobre las de pegatina depende mucho del caso. Las hay que son resistentes y tirando de ellas salen perfectas y sin saltar la pintura. Otras requieren otras técnicas más cuidadosas y laboriosas, pero la práctica se coge quitando más y más etiquetas. Que no te creas que yo empecé sacandolas bien... Menuda barbaridad de destrozos he tenido yo también con las dichosas pegatinas!!!!

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