17 may 2011

Últimos cartuchos por Barcelona y despedida.

Después de tres días de ruta birrera nos levantamos el viernes con la idea de dejar de lado (aunque por poco tiempo…) tanta cerveza y así dedicarnos a otros menesteres como el buen yantar o ese callejear del que por el momento tampoco habíamos abusado.

Como cualquier buen viaje a Barcelona que se precie, no podía faltar una ruta por el modernismo recorriendo l’Eixample y Gràcia, así que a ello dedicamos la mañana del cuarto día. Pero antes de ello teníamos la imprescindible parada en ese templo del buen producto que es el Mercat de la Boquería (aunque cada vez que lo visitamos me da la impresión que se está convirtiendo más en una atracción turística que en el impresionante mercado que debería ser) y, como no, el esencial trago de agua en Canaletes.

Extasiados por los colores y formas de los maestros Gaudí, Puig i Cadafalch, Domènech i Montaner y compañía, llegamos al final de nuestra ruta particular a la altura de la Casa Comalat, cerca de la cual nos encontramos una focaccieria con un amistoso nombre, Buenas Migas, en la que tenían una cerveza supuestamente artesanal y que aún no conocíamos, Sóc La Canya. Al leer la contraetiqueta vimos que en realidad se elaboraba en Alemania (no decía más…).

En la foto de la izquierda, la casa de les Punxes. A la derecha, la cerveza de Buenas Migas.

Tras la inesperada sorpresa nos fuimos en metro a un local recomendados por Txema, el archireconocido Bar Tomás en el barrio de Sarrià. Según cuenta la leyenda, en este sitio se elaboran las mejores patatas bravas de Barcelona. Pedimos las famosas “dobles mixtas”, realmente acojonantes, y tras repetir jugada (con el achicharre de lengua consiguiente) pedimos unos cuantos platos para picoteo, todo regado con unas cuantas cañas de San Miguel de barril (no había otra cosa…). Después nos tomamos la tarde en plan relax antes de quedar a las 18h. con Jordi (Joexx entre los bloggers).


Nos habíamos citado en La Cervecita Nuestra de Cada Día (C/ Llull, 184), una cervecería situada en el barrio de Poblenou. El local, relativamente amplio y grande, tenía unas pocas mesas en la entrada y una estantería que recorría todo el local por la zona izquierda y en la cual había muchas artesanales catalanas para llevar, con alguna pincelada de extranjeras (Rogue, Meantime, Anchor…). Al fondo, bajo una preciosa pintura estaba la pequeña barra con 5 barriles: BrewDog Hardcore IPA y 5 A.M., Kwak, Guineu Montserrat y una tal “Landbier”. Nos decidimos, a pesar de haberla tomado en día antes en La Cerveteca, por Brew Dog 5 A.M. además de la excelente Guineu Montserrat, una elección que nunca nos decepciona.

Exteriores e interiores de La Cervecita Nuestra de Cada Día.

Siguiendo con la charla (más futbolera que birrera) nos pedimos una Fort (elaboración de Rosita para El Vaso de Oro, local de la Barceloneta del que os hablamos en la anterior entrada), que no nos dijo demasiado, y su cerveza, George’s Pale Ale, que nos gustó bastante más.


Tras llenarse el local hasta la bandera y al irse haciendo tarde, hicimos las compras pertinentes y nos despedimos (no sin típicos intercambios oportunos…).

Después nos fuimos a otro de los locales recomendados por Txema (chico, solamente por publicidad me debes un plus… ;P), también en el mismo barrio que el bar Tomàs: l’O.K. Sarrià. Se trataba de una hamburguesería con precios algo elevados pero cuyas elaboraciones merecen ese desembolso sin pensárselo un segundo. El local poseía muchas referencias al fútbol americano, con muchas gorras y banderolas, pero además, con el pin-ball de la entrada y algunas alusiones más a la cultura yanqui en forma de carteles y fotos, daban en conjunto un ambiente peculiar que nos encantó. Tras la larga espera que ya sabíamos de antemano que nos tocaría aguantar (por las colas interminables y el mimo con el que hacen las hamburguesas), por fin nos llegó el disfrute en forma de dos maravillosos óvalos de ternera picada a mano, uno de los cuales será totalmente imposible de olvidar: Chilli Cheese Burguer. Para acompañar pedimos unas cuantas pintas de Damm negra de barril con la cual sinceramente no esperábamos quedar tan gratamente sorprendidos.

En la foto de arriba (aunque no hace justicia al placer) tenéis el maravilloso bocado y la Damm negra.

Algo entusiasmados por la comilona aunque también algo cansados tras tantos días apretando las tuercas decidimos dar por finalizada la jornada ya que el día siguiente nos esperaban unas cuantas horas de carretera.

El sábado, último día en Barcelona, nos levantamos bastante descansados y con la idea de hacer unas últimas compras birreras al tiempo que visitábamos el maravilloso Barri Gòtic y el excepcional modernismo del Palau de la Música Catalana (este último, otra visita imprescindible de Barcelona junto con el Park Güell y La Boqueria, según nuestra opinión).

En la foto, detalle del Palau de la Música Catalana.

Tras esto nos fuimos al Barri del Born, donde teníamos previsto comer en El Xampanyet, un bar intemporal similar a esos otros de los que os hablamos en La Barceloneta. Pero como estaba reventar de gente simplemente cruzamos la calle Montcada para ir a otra de las recomendaciones, el Euskal Etxea, un excelente bar de pintxos que al mismo tiempo funciona como restaurante y asociación que promueve la cultura vasca con exposiciones, música entre muchas otras actividades. Para acompañar la infinidad de deliciosos pintxos que continuamente iban cayendo en nuestras manos os tengo que reconocer que dejamos la cerveza un tanto de lado ya que gustándonos como nos gusta el maravilloso txacolí de Getaria no nos pudimos plantear otra opción.

En la foto, una deliciosa banderilla.

Tras la excelente comida nos fuimos a Gràcia para hacer unas compras express en un par de tiendas de productos de importación (con algunas cervezas curiosas) además de visitar La Maison Belge (C/ del Montseny, 17).


He de reconocer que hace un año o más esta tienda me parecía imprescindible en cualquier ciudad pero dejando claro que la consideramos una buena referencia en el sector por la extensa gama que posee (aunque en la tienda online), la impresión que nos llevamos fue un tanto de chasco ya que esperando una infinidad de curiosidades belgas nos topamos con bastantes menos referencias que en su web y con unos precios algo subidos en comparación con otras tiendas (aunque esto también lo conocíamos). Además, nos quedamos un tanto chafados porque la razón principal de nuestra visita era comprar unos cuantos quesos (otra de nuestras innumerables pasiones), que supuestamente eran algunos de los que tenía el Drunk Monk, pero solamente tenían uno de Val-Dieu. Según el dueño, algo circunstancial…

Algo fastidiados con la “eventualidad” y tras comprar algunas cervezas que teníamos menos vistas, para retomar el buen sabor que la ciudad nos había dejado días atrás decidimos despedirnos de ella en un marco incomparable como es el parc de Joan Miró, coronado con la preciosa escultura “Dama i ocell” del mismo autor, la plaça Espanya y las torres venecianas a un lado y el majestuoso Montjuïc al otro lado. Un espacio único.

El Parc de Joan Miró con la escultura del mismo autor.

Tras esto y con algo de la lógica tristeza que acompaña cualquier despedida nos fuimos hacia el coche dispuestos a zamparnos con mucha filosofía los casi 400 km. que separan Barcelona de nuestro querido Llombai, en Valencia.

Alguno seguro que pensará que se nos quedaron algunos locales cerveceros en el tintero como el brewpub situado en Gràcia (La Cervesera Artesana) o la tienda Rosses i Torrades, entre otros, pero con tal de no terminar hasta los lúpulos de tanta cerveza y de paso con los bolsillos vacíos (tampoco quedaron muy pudientes) pensamos en hacer una buena mezcolanza entre algunos de los más conocidos locales cerveceros y otros locales del buen vivir.

Antes de terminar quisiera acordarme de dos personas sin la ayuda de las cuales el viaje no hubiera sido tan rico y pleno. Por un lado de Jordi (Joexx) gracias al cual pudimos conocer y comprar bastantes curiosidades cerveceras en colmados y tiendas de importación (El colmadito afro-latino, Krakovia, Manjares, De Gusto Portugués, Le Regioni d’italia, y un largo etcétera). Por otro lado, Txema, gran amigo y mejor guía de viajes que tuvo que soportarme mucho antes de partir para así tener bien atado todos los cabos del viaje. Mil gracias a ambos.

Para los que no los hayáis leído, aquí tenéis las demás entradas:

- Drunk Monk y Mataró:
- Llegada a Barcelona y 2d2dspuma:
- La Barceloneta, Born, La Cerveteca, El Flabiol y Freiburg (L’Hospitalet):

5 comentarios:

  1. Gracias, de nada, hombre!! Es un placer, ya que no se puede acompañar en el viaje.... hacer que otros disfruten de los lugares que con el paso de los años uno ha llegado a conocer... si además se disfrutan, pues satisfecho que se queda el recomendante... Anuncio que he abierto una agencia de recomendaciones gastroétílicas... 'Txemapamundi Viajes', precios baratos a precio de 'chapero'... cobro en especie... ja ja ja!!! Estoy salivando por la foto de las bravas y de la hamburguesa del OK...

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  2. Txema, eso si hubiera sido un puntazo, irnos juntos a BCN!!! Aunque no te hubieras librado de una visita por los alrededores de ese campo de cuyo nombre no quieres ni ver, jaja!

    Y si abres esa agencia me tendrás allí todas las semanas, así que solo por no aguantarme no te conviene!!!Jajaja!

    Y con las fotos, qué ganas me han entrado con la dichosa "chili burger"!!!!

    Un abraç!

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  4. Benvolguts blogaires,

    En relació al comentari publicat en el vostre interessant blog sobre la Maison Belge voldria fer alguns comentaris.

    En primer lloc aclarir que qui us va atendre, jo mateix, no sóc el "dueño" del negoci, sinó un simple treballador del mateix.

    En segon lloc dir-vos que no és veritat que a la nostra web apareguin més referències que les que tenim a la botiga, ans al contrari. Ara mateix disposem de 187 referències diferents, de les quals com a mínim una vintena no apareixen a la web per motius que si voleu un altre dia us explicaré, però que sí que ho fan al nostre facebook.

    Per altra banda, em sap greu que no hàgiu trobat allò que esperàveu trobar a la Maison però pel què vaig poder comprovar personalment, sou uns curiosos empedreïts i això us ha portat a conèixer un munt de cerveses i a tenir un nivell que la gran majoria dels nostres clients no tenen. Encara que no us ho creieu una botiga com la nostra no viu ni dels col.leccionistes ni dels "caçadors" de cervesa, sinó d'aquelles persones que incorporen quotidianament la cervesa belga a la seva dieta. Tot i així disposem per exemple, de cerveses com la Oerbier Gran Reserva o la Black Albert, que com ja sabeu no té tothom.

    Quant als preus o a la disponibilitat de certs productes, em podria extendre molt però ni vull avorrir-vos ni entrar en aspectes tècnics difícils d'entendre. Si sabéssiu que complicat i car resulta per a una empresa petita com la nostra importar cerveses o formatges (tràmits duaners, transport i molts euros)!

    En fi, gràcies per haver-nos visitat i esperem que la propera vegada en sortiu més satisfets.

    Fins aviat

    Albert
    La Maison Belge

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  5. Hola Albert,

    Disculpa la confusió però això de "dueño" ho deia perquè pensava que eres soci junt amb Cedric.

    Sobre el número de referències a la web i a la tenda, he de reconéixer que esperava trobar més referències ja que em va paréixer trobar a faltar algunes de les cerveses que buscava. Suposo que no estarien reposades als estants simplement, si dius que en realitat les teniu habitualment a la tenda.

    No esperava més del que espera qualsevol que us visita per primera vegada, molta cervesa belga i no rareses impossibles de trobar a qualsevol altre lloc en plan Alvinne, Struise o De Dolle limitades, encara que en teniu d'algunes. Encara que és cert que som "caçadors" de rareses, bevem molta cervesa normal al dia a dia i precisament el que buscava a la tenda era aquesta cervesa típica i no les rareses.

    Sobre els preus, no pretenia més que donar la meva opinió al respecte com a consumidor que ha sigut i és client de moltes tendes diferents tant a Catalunya com a València i Madrid. Però independentment de que sigueu una empresa petita (cosa de la qual no n'estic del tot d'acord) els preus que teniu són els que són i respecte a algún altre lloc que conec són una mica més alts, i això és una realitat i no una opinió personal. Tampoc m'agradaria posar-me a citar exemples.

    Gràcies a tu per donar la teva opinió. Potser en una pròxima visita en sortirem més satisfets (simplement amb els formatges això ja s'hauria fet realitat).

    Salut!

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