Ya estamos a finales de noviembre y con ello llega la sección de las mejores cervezas con las que nos hemos cruzado. La verdad que este ha sido un noviembre bastante atípico como ya veréis ya que varias de las aquí citadas poseen un porcentaje de alcohol bastante menor de lo que suele ser habitual por esta sección: una inglesa con 4.2% (hasta aquí nada raro), una danesa de 4.5% y una norteamericana con 6% (esto ya es más atípico), además de dos cervezas más entonadas, una italiana con 7.5% y una bomba yankie de 11%. En situación normal pensaría que algo raro está empezando a cambiar mis preferencias pero ver como la despensa de cervezas navideñas cada vez está más llena, es el justo contrapeso para lo anteriormente expuesto. Sin más rodeos, vamos pues con las cervezas.
En primer lugar, una de las mejores y más gratas sorpresas es sin duda la británica Marble Manchester Bitter. Antes que nada he de decir que me encantan las bitter inglesas a pesar de que muchas veces este estilo recoja elaboraciones tan dispares. En este caso la sorpresa fue mayúscula, aroma muy sugerente a lúpulo herbal y en menor medida cítrico. En boca realmente sabrosa para la poca graduación alcohólica, con un amargor pronunciado ofreciendo notas similares al aroma, siendo muy fluida y refrescante, con la carbonatación perfecta y muy bien integrada. ¡Como para tomarse un barril entero sin enterarse!
A continuación una elaboración bastante atípica para lo que había probado hasta el momento de USA. Se trata de Clown Shoes Clementine, una witbier elaborada con naranjas clementinas como ya indica el nombre. Posee un aspecto anaranjado que se ve atravesado por algunos reflejos amarillentos, así como una gruesa espuma blanca cremosa y persistente. En aroma se muestra lógicamente cítrica, con naranja y limón por doquier, especiada por el archiconocido coriandro pero un punto también que me recordó a cardamomo, y por detrás de todo esto un lúpulo fresco realmente aromático y sugerente (por lo visto se trata de la variedad Summit). En boca entra ligera y muy fresca, repleta de naranja (ahora mucho más), limón y piel de pomelo, junto a algo de confitura de naranja y muy poco de bizcocho, y más escondido un toque realmente interesante lupulado. Un pero, que fuera un tanto excesiva de carbonatación. Cuerpo medio-bajo y final astringente así como un tanto amargo. Algo sorprendente es lo fluida que entra para ser una witbier, consiguiendo que el trago no sea ni mucho menos cansino. Sorprendente y muy recomendable.
Como no hay dos sin tres, vamos con otra cerveza refrescante (ya se que estamos en otoño y acercándose el invierno pero las buenas cervezas lo son tanto con el calor como con el frío, ¿no?). En este caso la danesa Amager Faelled, una golden ale de aspecto amarillento con algunos reflejos verdosos y una turbidez baja, con una espuma blanca esponjosa y duradera y carbonatación de burbuja pequeña (apenas perceptible). En aroma se muestra cítrica, con mucho limón y manzana, y un claro deje de cerveza espontánea, así como un fondo ligeramente especiado y herbal. Suave pero atractiva. Ya en boca entra con una acidez marcada que no estridente, manzana ácida y limón así como también ciertas notas a fresa y herbales. Cuerpo ligero pero no falta de sabor. Final seco en el que se dejan entrever más las notas a cereal. Refrescante y muy bebible.
Para ir calentando esta sección vamos con algo más subidito de tono. Se trata de Panil Brune, una cerveza realmente sugerente en aspecto (la foto no hace los honores), cuyas notas tanto en nariz como más aún en boca están claramente desplazadas hacia el caramelo, la fruta madura tipo ciruela y uvas pasas, algo de regaliz y un fondo en el que destacan ligeramente unas notas tostadas. Lo mejor sin duda el maravilloso equilibrio que muestra en el trago. Ya tengo ganas de adentrarme en las otras elaboraciones de esta fábrica ubicada en el norte de la “bota” italiana.
Finalmente, terminamos con una yankie, la más contundente de esta entrada, una Southern Tier Cuvée Series 2 Oak Aged. De nuevo un maravilloso aspecto, en este caso rojizo surcado por reflejos anaranjados, y prácticamente cristalina. En nariz se muestra muy sugerente, con toffee y biscuit, nueces, caramelo, vainilla y demás notas derivadas en parte por su paso por barrica. En boca es algo alcohólica, sensación que se ve ayudada por las notas a frutos rojos. Vuelven a aparecer las notas de biscuit, caramelo y toffee en este caso acompañadas por un punto de regaliz. Final levemente dulzón aunque bien compensado. Pese a todo lo anterior y reconociendo que posee un cuerpo medio-alto y una textura ligeramente jarabeada, la característica que más me sorprende es lo bien amalgamado que se encuentra todo (carbonatación incluida), haciendo un trago contundente aunque no estridente, ideal para cortar por lo sano este frío invernal!
Y con esta copa rotunda termina este mes. Bueno, en realidad faltaría por añadir la Undead Imperial IPA ya que en nuestra humilde opinión se trata de un auténtico cervezón, pero dado que ya le dedicamos un post completo hace a penas un par de días la doy por comentada y simplemente la vuelvo a poner como apunte.
La próxima entrada de esta sección supongo que vendrá cargada de cervezas navideñas bien subiditas de tono, aunque visto lo visto, a saber que nos depara el frío diciembre…