Un
mes largo después del último post de la escapada a Roma vuelvo a la carga para
hablaros de dos locales quizás algo menos conocidos y cuyo grato descubrimiento
se lo debo enteramente a la Reina Lúpula, quien tiene una mano especial a la
hora de encontrar bares auténticos y mil y una veces recomendables.
El
primero de ellos, situado en un callejón cercano a la maravillosa Piazza
Navona, se llama la Baguetteria del Fico.
En
un principio teníamos apuntado este local como una opción de socorro y muy
céntrica para comer buenos bocadillos y sándwiches acompañados de buenas cervezas
italianas. Pero cual fue nuestra sorpresa al ver que aquel minúsculo espacio limitado
a una barra pequeña con varios taburetes, era un auténtico edén con más de 150
referencias en botella, la mayoría de buenas cerveceras italianas (B. del Borgo, Montegioco, Brewfist…)
pero también foráneas (Thornbridge,
Wildbeer, BrewDog, To Ol, Mikkeller, Rogue, Sierra Nevada, bastantes belgas
como Rochefort, De Ranke…).
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Inesperado vergel... |
Así
que el plan previsto de un bocadillo apresurado tuvo que ser forzosamente modificado
por una velada algo más pausada y sobretodo placentera. Qué remedio, la vida
del beer-bon-bevant… ;).
Pedimos
dos referencias de la italiana Brewfist,
una de las cerveceras de las que había probado pocas cervezas antes de este
viaje (aunque alguna de nivel destacable) y que terminó dándonos varias y muy gratas
sorpresas el fin de semana. Burocracy,
una IPA dulzona, algo cítrica y amarga que no nos terminó de convencer, y
también Green Petrol, una black IPA
arrolladora, una auténtica bomba de lúpulo, suntuosa y sugerente, con notas de
lúpulo resinoso y pino, contrarestadas por una buena base maltosa y torrefacta,
con cuerpo rotundo y final muy largo. Me gustó mucho.
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El "petrolaco" de la derecha no se me olvidará fácilmente... |
Para
comer, y aunque mucha gente se pedía los famosos bocadillos que dan fama a este
local, preferimos elegir, recomendados, dos platos variados con quesos y
embutidos cuya calidad, sinceramente, me dejó boquiabierto: embutidos de cerdo,
pato, jabalí y ciervo, un gorgonzola glorioso, un queso trufado (creo que
pecorino) inolvidable…. De veras, maravilloso y aunque el precio no fuera
barato mereció mil veces la pena pedirlos.
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Podría vivir a base de estos quesos y embutidos... |
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¡Madre mía qué gorgonzola! |
Para
seguir cortando tanta grasa elegimos, también recomendados, una Birra del Borgo Hoppy Cat, otra Black
India Ale (os dejo las batallitas terminológicas a quienes gusteis de ellas…) pero
en este caso con un color mucho más claro y cuerpo más ligero, muy bebible, con
lúpulo intenso de tipo resinoso y cítrico, aunque en mi opinión falta de una
buena base. Simplemente no me convenció.
Y
con esta cerveza dimos por cerrada una velada inesperada para seguir
disfrutando del majestuoso centro histórico de Roma.
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El
segundo local del que os quería hablar se llama No.Au y está situado muy próximo al anterior, también en el flanco
oeste de Piazza Navona pero más al norte, en la escondida Piazza di
Montevecchio. Por lo visto este local lo abrieron los propietarios de B. del
Borgo y Baladin hace un par de años junto a otros socios, y de ahí que ambas
cerveceras estén bien representadas.
Cuando
llegamos, a media tarde, estaba completamente vacío, lo que por un lado nos
hizo temer lo peor, pero al mismo tiempo pensamos, “total, una cerveza tranquilitos
y nos vamos”. Cuan equivocados andábamos…
Los
interiores, poco luminosos y con una decoración digamos entre pop y kitsch pero no
recargada, con decenas de objetos curiosos (entre ellos varias ediciones de
Birra del Borgo realmente chulas con las que se nos abrió el apetito
coleccionista…). Un ambiente realmente acogedor.
Nos
sentamos en la barra y tras leer detenidamente las referencias en barril nos
pedimos una pinta de Montegioco Draco
(una especie de barleywine cálida, rebosante de notas dulzonas y de fruta
confitada, pero muy equilibrada y para tomar con calma) y otra de Opperbacco Imperial Deep Underground (I.stout
versión de la Deep Underground con
regaliz y café, muy redonda, con las notas aportadas por el regaliz y el café
muy presentes, sobretodo las del segundo). Dos gratas sorpresas.
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Dos copones para empezar... |
Viendo
que la cosa iba mejor de lo esperado acomodamos las posaderas y pedimos dos Birra del Borgo más ligeritas en
previsión de lo que nos esperaba: Perle
ai Porcia por un lado (supuestamente una oyster stout con predominio de notas
a cacao y fruta oscura así como algo de regaliz pero el recuerdo de las ostras
es muy poco evidente) e Imperiale Imperial Russian Stout por otro (rotunda
imperial stout rebosante de notas de fruta madura, higos, pasas, también
regaliz y cacao).
Acumulábamos
varias cervezas contundentes así que era hora de ir pensando en comer y como
los gerentes eran encantadores, muy amables y accesibles (además que una de
ellas, Marcia, hablaba perfectamente en español…) nos dejamos aconsejar y nos
sacaron por un lado un plato de sardinas escabechadas caseras realmente muy
ricas, y sobretodo un platazo sensacional a base de pollo de corral en una
salsa que no consigo recordar, creo que a base de cerveza ahumada. Posiblemente
la mejor carne de esta ave que haya comido jamás, tierna y jugosa, se deshacía
en la boca casi como si fuera mantequilla, repleta de sabor… ¡¡Qué maravilla
(estoy salivando solo de recordarla…)!!
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Si las fotos transmitieran sabores y olores... |
Como se ve en la foto, para
acompañar este manjar de dioses nos dejamos recomendar y elegimos una botella
de Montegioco Mac Runa Peated de 75cl
(casualidades de la vida la tomamos de barril dos días antes en Ma Che Siete y aún gustándonos la
disfrutamos bastante más en botella). Con el toque de malta tipo turba no
excesivamente intenso, ligeramente ahumado, dando complejidad y equilibrio al
trago… Ah, y maridó a la perfección con el plato de pollo.
Viendo
que además de cervezas también tenían buenos vinos decidimos probar suerte con
un vino blanco dulce italiano y dejar momentáneamente la cerveza, para dar
finalmente por cerrada la velada con un par de copas de Baladin Xyauyú Barrel, invitación de la casa. En cuanto a las
notas, con las que llevábamos encima solo consigo rescatar de la libreta un
“fantástica” ;).
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Un final inmejorable... |
Y
así, tras más de ¡cuatro horas y media! en este local (y eso que iba a ser una
cerveza rápida…), bastante entonados, para qué negarlo, pero también extasiados
de placer, nos despedimos de este remanso de paz y su cálido equipo, en
especial de la buenaza de Marcia. Solo por conocerla y comer ese pollo con esa
Montegioco ya merece la pena venir aquí mil veces!
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Visitar locales de gente tan encantadora es una gozada! |
Y
entre tanta buena cerveza, comida y gente doy por cerrada esta tercera entrega
con dos locales menos conocidos pero en mi opinión realmente muy recomendables.