Este mes es Adrián desde Cerveza
Rudimentaria quien nos invita a reflexionar en #LaRonda sobre el precio de la cerveza en los bares de nuestra
ciudad, incluyendo en ese importe no solo el propio coste de la cerveza sino también
otros aspectos como el servicio que se ofrece en el bar, el cuidado adecuado del
producto, etc.
Lo cierto es que voy por cervecerías menos de lo
que me gustaría por el hecho de vivir a cierta distancia de la ciudad de Valencia.
Por ello, cuando salgo, tengo que reconocer que suelo mirar más bien poco el
tema del bolsillo… No se me entienda mal, ni me sobra el dinero ni me gusta
despilfarrarlo, pero por mis circunstancias vitales actuales cuando me apetece salir prefiero centrarme en pasarlo bien
y en disfrutar y no ir comparando los precios, salvo que aquello que
me interese tenga un coste realmente excesivo. Soy de los que piensa que lo
único que puede pasar al final si la cuenta está fuera de lugar es que no
repita visita, con lo cual tampoco es un problema que tenga mucho más recorrido.
Desconozco
al detalle los precios que se mueven en general en otras ciudades pero en este
mundo global en el que todo se sabe a golpe de click, no hay más que moverse
un poco por las redes sociales para llegar a la conclusión o la sensación
de que los precios en Valencia son bastante razonables comparados con Barcelona
y Madrid.
Los dos bares que más frecuento en la capital del Turia, el "Ölhops" y el "Valencia on Tap", creo que tienen precios bastante ajustados para lo que marca
el mercado, entendiendo por “el mercado” las dos ciudades donde se genera un
mayor movimiento: Barcelona y a cierta distancia Madrid. Por concretar un
poco (y tras comprobar expresamente los precios para este post), en esos dos
bares las referencias de cerveceras locales (valencianas como Zeta, Spigha, Tyris…) suelen
venderse en una horquilla de 2-2,5€ la caña (25-28cl) y 3-4,5€ la pinta (50cl),
las españolas a 3-3,5€ la caña y 4-5,5€ la pinta, y las internacionales
(dependiendo del caso, lógicamente, pero generalizando…) a 3-4€ la caña y 4-6€
la pinta. Además, en Valencia on Tap (y hasta hace poco también en Ölhops)
tienen un tamaño de copa intermedio que da mucho juego si se te queda algo
corta la caña o no te apetece beberte una pinta entera.
Habrá quien considere que estos precios tampoco son baratos,
pero en mi escala de precios pagar 6€ como por ejemplo he pagado por una pinta
de una Triple IPA de Põhjala de 12
“graditos”, o 4,50€ por una pinta de Coronado
Sock Knocker (sí, sí, leéis bien, 50cl de ese birrote por 4,50€…), son precios no solo asumibles sino más que correctos por no decir directamente bajos para lo que algunos cobran por ahí.
De todos modos esto que algunos seguramente veréis como
un edén, en el fondo esconde un tremendo hándicap con el que tenemos que pelear
todos aquellos que vendemos cerveza u otros productos al público en bares,
tiendas, restaurantes… aquí en Valencia. Y es que hay una frase que siempre flota en el ambiente
cuando hablas con propietarios de muchos locales: “ya, si es barato, pero el grueso de la
gente en Valencia no acepta precios mayores…”. Y esto sería tan respetable si no fuera porque se cae por su propio peso al ver que la gente paga lo mismo o más en tantos locales del centro por la botellita de "piensa en verde"...
Pero volviendo con los bares, vaya por delante que cada uno en su casa es libre de poner
los precios que quiera, faltaría más, y no voy a ser yo quien tenga que pedir
explicaciones ni decirle a nadie como tiene que llevar su bar. Mientras haya quien lo
pague pues genial y como consumidor no voy a quejarme por ello, simplemente como
decía antes no iré o no repetiré si algo no me convence y ya está. Nada más. Al
igual que no me quejo normalmente poniendo en la piqueta a todas aquellas
cervezas que me disgustan tampoco creo que debamos exigir lo que tiene o no
tiene que cobrar un bar ya que esto de los precios es mucho más complicado de
lo que alguna gente ve (o quiere ver...). Existen mermas y se
tira no poca cerveza al servir, las cervezas se oxidan, hay que limpiar instalaciones
de grifos, hay barriles con problemas que no siempre se reembolsan, hay que pagar
la conservación en frío, hay vasos que se rompen, lavavajillas… etc, etc, etc…
Y conste que no defiendo precios abusivos ni mucho menos, sino trato de hacer
entender que opinar es muy fácil, pero hay cosas que se nos escapan y hay relativizar
todo un poco y no hablar por hablar sin conocer un poco más a fondo de lo que se habla.
Por otro lado, algo que no me gusta es cuando se usa el
argumento de que ciertas ciudades son más caras y por ello los precios son los
que son… A ver, los alquileres cada cual sabrá lo que paga, pero Valencia sin
ser Nueva York ni París tampoco es un pueblo perdido en medio del monte… Posiblemente
alguien que viva en Munich o Praga se reiría de esos “precios de risa” que
comentaba de Valencia y le parecerán excesivos de todas, todas. Pero en
el mundo que vivimos, tal y como está el nivel de vida y los precios que se
pagan en otras partes, en mi opinión son precios sino baratos al menos si asumibles. Hace horrores que no
voy a un local a tomarme una copa, pero recuerdo pagar precios mayores por un cubata y ni las cantidades de bebida, ni la calidad de esta ni tampoco el servicio eran los más
deseables.
Así que resumiendo, creo que en lo que a bares con buena
cerveza se refiere, Valencia es una ciudad barata para su tamaño. Y
no solo hablo de beber, sino también es barata para salir a comer, para dormir
en buenos hoteles (esto último eso dicen amigos que vienen por aquí…) y en
general para el ocio. Quizás esto se explique porque aún con tantas Formulas 1
y America’s Cups, con tantos flamantes edificios nuevos pero ya en ruinas y pagados a
precio de oro, o los aeropuertos convertidos en pistas de carreras para liebres…
y un largo etcétera, Valencia no deja de ser una ciudad con mentalidad de
pueblo pequeño donde desgraciadamente las apariencias cuentan mucho pero a
poder ser que estén costeadas a precio de saldo.
Salut!