Con las botas aún calientes después de la tunda de quilómetros por el pirineo aragonés y ya estamos otra vez con Las mejores cervezas del mes. Para empezar, este ha sido un agosto del todo atípico y es que de todo el año, este ha sido con diferencia el mes en el que menos cantidad y variedad de cerveza hemos bebido. Siendo verano y más concretamente agosto, con el insufrible calor que ha hecho por Valencia, esto puede parecer un sinsentido, pero es lo que hay. Con la cartera prácticamente cerrada anticipando los dos viajes que teníamos entre manos, uno a finales de agosto por el pirineo oscense y otro dentro de poco más de una semana, las cervezas que cayeron fueron principalemente lagers comerciales y un sinfín de artesanas nuevas que unos amigos nos trajeron en junio de la Feria de Mediona.
Tras leer las palabras de pesimismo anteriores y ver las cervezas que publicamos a continuación, quizás alguien pueda pensar que le estoy vacilando, pero os puedo asegurar que quitando las que publicamos más abajo, prácticamente no hay nada convincente que haya pasado por nuestras manos. Evidentemente, como siempre, sobra decir que esa es nuestra humilde opinión. Así que sin enrrollarme más, vamos pues con las cervezas.
En primer lugar, la primera gran sorpresa (aunque he de reconocer que alguna cosilla esperábamos de ella) fue la Steve’s Best Bitter, una artesana que seguramente ya os sonará a unos cuantos. Se trata de la tan esperada elaboración de Steve Huxley, el autor del maravilloso libro “La cerveza… poesía líquida”, una cerveza que por fin se presentó en la última edición Mediona. Se trata de una bitter con toques bastante marcados a lúpulo yankie en boca, dejos mayoritariamente herbales, pronunciado amargor, cuerpo medio, una carbonatación algo superior a la esperada pero aún así de trago relativamente fácil. Cerveza realmente conseguida.
La segunda es otra artesana, en este caso asturiana, la Cotoya Lager Tostada. He de reconocer que hasta el momento todas las cervezas de Diego que hemos probado no han dejado de sorprenderme muy gratamente y de no ser por los 800 km. de carretera que nos separan serían unas cervezas que podría tomar todos los días perfectamente sin cansarme nunca de ellas. En este caso, una cerveza de aspecto inmejorable, cuerpo medio-bajo, con un toque acaramelado y tostado bastante marcado pero no por ello deja de ser tremendamente bebible, en lo cual tiene bastante que ver una carbonatación muy bien ajustada. Imagino como se deben poner las botas los asturianos por El Lúpulo Feroz con esta elaboración servida de barril…
Tras estas dos, la siguiente en caer fue una sorprendente barleywine (no me negaréis que para nada tiene el aspecto de ello) hecha en colaboración entre BrewDog y Three Floyds: la Bitch Please. Precioso aspecto marrón oscuro con algunos reflejos más claros y aroma muy marcado a tabaco (que no ahumado), tostados, avellanas, regaliz y caramelo. Un auténtico festival. En boca se muestra cremosa, con las mismas notas que en nariz pero destacan más aún a tabaco y “rollo barrica”. Corpulenta, carbonatación media y final amargo. Espectacular de todas todas.
Y ya para finalizar, por las tierras agrestes de Sobrarbe y el pirineo oscense tomamos Sigtuna Summer IPA. Una cerveza sueca repleta de fruta (melocotón, albaricoque…) y lúpulo cítrico y resinoso, ligera y fácil de tomar (pese a los 7%), aunque no por ella falta de sabor, y con una carbonatación sorprendentemente ajustada. Muy rica.
Y nada más por este mes. Como decíamos al principio, en septiembre nos vamos de viaje, por fin y por primera vez (aunque parezca increíble tras tantos años bebiendo cerveza) a la gran Bélgica. Durante los próximos días publicaremos unas cuantas viñetas de Salty Dog (mira que le hemos sacado provecho en este blog al dichoso perro yankie cervecero…) ya que creo que reflejan perfectamente muchas de las anécdotas que cualquier novato puede encontrarse en su primer viaje a Bélgica. A ver si os gustan.