Ya estamos otra vez a finales de mes por lo que también llegan las diferentes cervezas que más nos han gustado. Este mayo la cosa se ha presentado verdaderamente movidita y hemos tenido nuestras "dificultades" para poder elegir sólo unas pocas así que esta vez el listado ha aumentado en número. Ojalá todos los meses se nos presentaran estas mismas "complicaciones"…
Si recordáis, durante el pasado abril, el lúpulo no tuvo tanta presencia en esta lista como otras veces, pero este mayo, como queriendo recuperar su trono, nuestras queridas florecillas verdes vuelven con más fuerza si cabe.
La primera de las cervezas es la danesa Mikkeller I Beat You, una elaboración que nos dejó realmente impresionados por su cremosa textura en boca y porque pese a los sabrosos y corpulentos que se presentaban los lúpulos, estos estaban realmente bien compensados.
La siguiente es la Thornbridge Jaipur. Varios conocidos nos habían hablado muy bien de ella y de sus elaboradores así que cuando vimos la oportunidad de conseguirla ni lo pensamos (aunque tuviera que venir desde U.K.). Se trata de una IPA inglesa con cierto toque yankie por sus lúpulos, aunque estos, a pesar de no esconder su procedencia, no saturan los sentidos como un tsunami, más bien todo lo contrario, están muy pero que muy bien neutralizados. Refrescante, cítrica, herbal, un punto dulzona de fondo pero bien equilibrada y con una entrada y paso por boca realmente fácil. Ideal para tomarse unas cuantas pintas sin salir perjudicado. Otra que se vino de viaje junto con la anterior fue la americana Goose Island IPA. Hacía tiempo que no probábamos una yankie lupulera tan ligera y a la vez tan redonda, casi mascable, con mucho lúpulo pero también contrarestado por un sabroso fondo afrutado con destellos herbales y un punto especiados. Y lo mejor de todo es que tan solo tenía 5,9% de alcohol. Verdaderamente espectacular.
Por si no había bastante lúpulo en todo el mes, gracias al amigo Ramón de Cervezalandia pudimos probar la Rogue Yellow Snow en barril de 5L. Los que leáis de normal este blog sabéis de sobra que hasta el momento las diferentes Rogue que habíamos probado nos habían decepcionado casi siempre, a pesar de su fama (y sobretodo de su precio). Pero esta IPA con sólo 6,2% de alcohol, aparentaba un cuerpo mucho mayor y se dejaba tomar muy, muy bien, con la carbonatación justa y cargada con jugosos lúpulos amarillo (70 IBUs). Sin duda marca un antes y un después aunque también os tengo que decir que por lo visto en botella de 66cl vuelve a decepcionar según nos comentó Ramón, así que ya no se que pensar con esta cervecera…
Pero dejemos tanto lúpulo por un momento… A mediados de mes también probamos por fin algunas muestras de la famosa cervecera belga Urthel. He de reconocer que tanto la Vlaamse Bock como la Hop-it se nos quedaron algo cortas, pero la Urthel Samaranth es sin duda una de las mejores belgas que hemos probado en este último año. Una quadrupel muy proporcionada, sabrosa, con las lógicas notas dulzonas, tostadas y especiadas pero con el alcohol, aunque presente, nada cansino. Todo a través de una excelente y fina carbonatación y una textura sedosa realmente agradable. Deliciosa.
Tras ésta, la sorpresa llegó con las japonesas Hitachino, aunque también es verdad que su precio tampoco era precisamente bajo como para no esperar algo de ellas… En primer lugar la Hitachino Japanese Classic Ale, una especie de IPA madurada lentamente en barrica de cedro (las mismas que se utilizan para elaborar sake), emulando a las IPA que por lo visto llegaron por estas tierras durante el s. XIX. Esta perla ambarina ofrecía notas acarameladas junto a otras más alicoradas en nariz, y en boca mucha fruta y especias, con el lúpulo y el amargor presentes pero bien integrados y compensados por el sabroso fondo malteado, dando en conjunto una cerveza de cuerpo medio y nada cansina.
La segunda de la casa fue la Espresso Stout, una cerveza que literalmente hacía honor a su nombre por las predominantes notas a café y torrefactas tanto en nariz como en boca, aunque en esta segunda era bastante más comedida. Ofrecía una ligera y agradable textura cremosa y un amargor bastante más controlado de lo esperado. Desde luego estas cervezas nos abren los ojos (o nos los cierran, por aquello de los “ojos rasgados”…) hacia el lejano oriente, que como era lógico, va mucho más allá de lo que hasta el momento nos habían dado a entender las omnipresentes Sapporo, Kirin o Asahi.
Y para terminar, en cuanto a artesanales la cosa ha sido con mucha diferencia lo que menos nos ha costado elegir, y no por comparación con la enorme cantidad de chascos y decepciones varias que nos han golpeado en toda la cara, sino por méritos propios. Hablo de Cotoya, unas cervezas que Diego, su elaborador, nos regaló el pasado verano en nuestro viaje a Asturias, y que tras estar guardadas en la despensa durante casi un año por fin nos decidimos a desempolvarlas, no sin algo de dudas por la excesiva tardanza. Concretamente con una de ellas, la Cotoya Extra 1080, ocurrió precisamente lo contrario ya que al compararla con la supuesta versión nueva, que nos la trajo el amigo Andrés (Lúpulo Feroz) hace un par de meses, la envejecida estaba mucho más redonda y reposada, con la carbonatación adecuada y con unas sabrosas y seductoras notas a chocolate y tostados. Nos gustó mucho.
De las otras dos que teníamos, Ultramar y Llambic de nisos, esta última fue la que más nos gustó. Una cerveza que no sabíamos por donde nos saldría ya que supuestamente era espontánea y con el viaje en coche en pleno julio (y el consiguiente calor) nos temíamos lo peor. Los nisos (una fruta de aspecto similar a la ciruela) le daban un curioso toque, que para entendernos nos recordaron a las notas de la piel de cereza y a endrina, algo herbales, áspera y un punto ácida, dando una sensación seca en boca pero sin que ello fuera en perjuicio de cara a su facilidad para tomarla. Ambas, muy gratas sorpresas. Para que no sirva de excusa eso de que el transporte es la causa de que algunas artesanas lleguen en condiciones dudosas…
Pues con estas dos cervezas artesanas ya está todo el “pescado” vendido. Veremos qué nos depara el caluroso junio, aunque parafraseando a un genio, “mañana más pero no mejor porque es imposible” ya que este mes las gratas sorpresas han sido muchas.
P.D.: No pensaréis que me iba a olvidar de mi querido conjunto azulgrana... Y es que con la de ayer ya van cuatro "orejudas", jeje! Barça, Barça, Baaarça!!!